El pasado jueves 22 de agosto se llevó a cabo en el pabellón Haití de la Facultad de Artes una charla en homenaje a León Trotsky, al cumplirse 84 años de su muerte a manos de Ramón Mercader, un agente estalinista, en México. En la charla disertaron los dirigentes del Partido Obrero Jorge Navarro y Cintia Frencia.

Se repasó brevemente la historia práctica y teórica del gran estratega revolucionario: su participación en la revolución de 1905 y en el soviet de Petrogrado; su incorporación al bolchevismo; su rol dirigente en la Revolución de Octubre de 1917; la formación y la dirección del Ejército Rojo, utilizando incluso a los oficiales zaristas para poder tecnificarlo; la acción clave desde el ministerio de relaciones exteriores de la revolución y la firma de la paz de Brest Litovsk; su lucha contra la burocratización del Partido Comunista y la III Internacional, desde la Oposición de Izquierda y la IV Internacional.

Una de las conclusiones fundamentales de la charla fue que el trotskismo no es solamente una rama del marxismo, del socialismo, sino que es el verdadero marxismo desde el siglo XX, el verdadero socialismo científico.

Su legado teórico tiene obras grandiosas como la revolución permanente, que impulsó a los obreros de países coloniales y semi coloniales a cumplir las tareas de la burguesía en la revolución democrática y saltar rápidamente a la revolución socialista -una guía en tiempos que la burguesía, los libertarios, liberales, se plantean como los garantes de la libertad, mientras violan sistemáticamente la libertad de prensa, de protesta, de reunión, sindical. Ante la metafísica de la libertad burguesa, Trotsky nos plantea una libertad real, clasificándose, analizando su situación concreta. En “La Revolución Traicionada”, su legado nos marca el problema de luchar contra la teoría estalinista del “socialismo en un solo país”(que buscaba subordinar a los revolucionarios del mundo a los intereses de la burocracia rusa), defendiendo, en cambio, la organización internacionalista de los obreros del mundo. Su repudio del pacto entre Stalin y Hitler demuestra una profunda delimitación con el fascismo, stalinismo y nazismo.

Los trotskistas somos los herederos de la revolución, con una tarea organizativa, práctica y teórica monumental en una época que amenaza con la depresión económica y la guerra mundial.

Una de las conclusiones más importantes fue en relación a la situación actual y la vigencia de uno los planteos del revolucionario, en su “Programa de Transición”: “La crisis de la humanidad se resume en la crisis de dirección del proletariado”. Lo que nos lleva a reforzar al Partido Obrero, a ganar los sindicatos y las organizaciones sociales, a dirigir los movimientos y llevarlos a la victoria, al socialismo, con un programa revolucionario. “La vida es hermosa. Que las futuras generaciones la liberen de todo mal, opresión y violencia y la disfruten plenamente’’.  

Un homenaje a Trotsky con los ojos puestos en la actualidad

Edición especial de “14 Toneladas” en un nuevo aniversario de la muerte del revolucionario ruso –

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