En el elegante Hotel Meliá se reunieron los días 19 y 20 de agosto, defensores de genocidas y militares de Latinoamérica en el marco del Foro de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia.

Esta tribuna propiciaba librar una batalla por una nueva ley de amnistía y el perdón “mutuo” para poder lograr la “paz” y “reconciliación” en la Argentina.

Desde la cárcel de Marcos Paz, Jaime Smart, ministro de Gobierno bonaerense de la dictadura envió una carga en la que decía: “En estos tiempos de turbulencia política y social es necesario recuperar los principios de justicia y poner el acento en la reconciliación como premisa indispensable para la reconstrucción de la república”.

Los militares y sus representantes recurrieron a discusiones agotadas donde la teoría de los dos demonios y la existencia de una guerra es el eje por el cual son presos políticos. Se pudieron escuchar manifestaciones ridículas como la de Paúl Latorre, capitán de navío (R) de las fuerzas armadas chilenas que dijo: “Los militares privados de su libertad son personas secuestradas por el Estado”.

Por el accionar genocida en el país tenemos 30.000 compañeros que fueron secuestrados, torturados, vejados, robados y desaparecidos.

Por su parte, Ricardo Saint Jean, abogado e hijo de un genocida, dejó una advertencia: “Nuestras cárceles están forjando los anticuerpos que van a salvar la Patria nuevamente. Nos hacen como el acero de Toledo. Cuando más nos pasan por la fragua, más resistentes nos hacen”. Y reclamó la intervención de la Iglesia, que aún no se expidió al respecto.

Los militares procesados, además, cuentan con una camarilla en la defensoría general de la Nación que simpatiza ideológicamente con los genocidas. Estos defensores se repiten juicio tras juicio y se exceden en la defensa técnica de los genocidas, hostigando testigos, dilatando audiencias y tratando de denigrar a las víctimas. Esta situación deja planteada nuevamente la necesidad de elección y revocatoria popular en todos los estamentos de Poder Judicial.
Por los compañeros caídos seguimos bregando contra la impunidad de ayer y de hoy.

Cárcel común y efectiva a todos los genocidas por todos los compañeros y apertura de los archivos.

Liliana Alaniz (Apel)