Aniversarios
9/11/2017|1481
El acta de la reunión del CC del Partido Bolchevique
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A continuación reproducimos el punto 4 del acta de la reunión del Comité Central del 10 (23) de octubre de 1917 del Partido Bolchevique, que resolvió la toma del poder. En dicha reunión estuvieron presentes Lenin, Zinoviev, Kamenev, Trotsky, Stalin, Sverdlov, Uritsky, Dzerzhinsky, Kollontay, Bubnov, Sokolnikov, Lomov (Oppokov). El presidente fue Sverdlov. El texto fue publicado en el libro “La Revolución de Octubre sin mitos” (Buenos Aires, Tesis Once, 1991), que incluye otras actas del período octubre 1917-febrero 1918.
Hace uso de la palabra sobre la situación actual el camarada Lenin.
Hace constar que desde comienzos de septiembre se observa una cierta indiferencia hacia el problema de la insurrección. Y esto es inadmisible si planteamos seriamente la consigna de todo el poder para los soviets. Por eso, hace ya tiempo que debíamos prestar atención a la parte técnica del problema. Ahora parece que se ha dejado pasar mucho tiempo.
No obstante, el problema es candente y el momento decisivo está cerca.
La situación internacional es tal que la iniciativa debe ser nuestra.
Lo que se trama con el retroceso del frente hasta Narva y la entrega de Petrogrado nos obliga aún más a tomar medidas decisivas.
La situación política también influye imperativamente en este sentido. Si el 3 y 5 de julio hubiéramos querido realizar actos decisivos, hubiéramos fracasado por no tener mayoría. Desde aquel entonces, hemos venido progresando a pasos agigantados.
El ausentismo y la indiferencia de las masas pueden ser explicados por el hecho de que las masas se han cansado de palabras y resoluciones.
La mayoría está ahora con nosotros. Políticamente, la situación es completamente propicia para la toma del poder.
El movimiento agrario también se proyecta en la misma dirección, porque está claro que se necesitarían fuerzas gigantescas para sofocar este movimiento. La consigna de la toma de toda la tierra se ha convertido en consigna general de los campesinos. En consecuencia, la situación política está preparada. Hay que hablar de la parte técnica. Eso es todo. Sin embargo, nosotros, siguiendo a los defensistas, nos inclinamos a considerar la preparación sistemática de la insurrección como una especie de pecado político.
Esperar hasta la Asamblea Constituyente, que evidentemente no estará con nosotros, es absurdo, porque significa complicar nuestro problema.
Hay que aprovechar el congreso regional y la proposición de Minsk para iniciar las acciones decisivas.
El camarada Lomov (Oppokov) hace uso de la palabra para dar a conocer la posición del Buró regional y del Comité de Moscú, así como la situación general en Moscú.
El camarada Uritsky constata que somos débiles, no sólo desde el punto de vista técnico, sino también en todos los sectores de nuestra labor. Hemos tomado numerosas decisiones. Pero no se ha emprendido ninguna acción decisiva. El Soviet de Petrogrado está desorganizado, no hay sino muy pocos mitines, etc.
¿En qué fuerzas nos apoyamos?
Los obreros de Petrogrado poseen 40.000 fusiles, pero eso no resuelve la cuestión: es infinitamente poco.
La guarnición, después de las jornadas de julio, no nos deja muchas esperanzas. Sin embargo, en todo caso, si nos orientamos hacia la insurrección, entonces, de verdad, hay que hacer algo en este sentido. Hay que decidirse a acciones determinadas.
El camarada Sverdlov nos informa de todo lo que él puede saber acerca de la situación en toda Rusia.
Se toma la siguiente decisión:
“El Comité Central reconoce que tanto la situación internacional de la revolución rusa (sublevación de la flota alemana, manifestación extrema del progreso de la revolución socialista mundial en toda Europa y amenazas de una paz imperialista, con el fin de sofocar la revolución en Rusia), como la situación militar (la indudable decisión de la burguesía rusa y de Kerensky y compañía de entregar Petrogrado a los alemanes), la conquista de la mayoría en los soviets por el partido proletario, el levantamiento campesino y el giro de la confianza popular hacia nuestro Partido (las elecciones en Moscú) y, finalmente, la evidente preparación de una nueva aventura de Kornilov (alejamiento de las tropas de Petrogrado, concentración de cosacos cerca de Petrogrado, cerco de Minsk por los cosacos, etc.), coloca en el orden del día la insurrección armada.
El Comité Central hace constar que la insurrección armada es inevitable y propone a todas las organizaciones del Partido guiarse por ello y desde este punto de vista discutir y resolver todos los problemas de orden práctico (el congreso de los soviets de la región norte, el alejamiento de las tropas de Petrogrado, las intervenciones de los habitantes de Moscú y de Minsk, etc.).
Diez miembros se pronuncian a favor de la decisión, dos en contra.
El camarada Dzerzhinski propone crear, para garantizar la dirección política en los días venideros, un Buró Político constituido por miembros del Comité Central.
Luego de un intercambio de opiniones, se acepta la proposición. El Buro Político es creado y comprende a siete camaradas (comité de redacción + dos personas + Bubnov).
Se plantea después la cuestión de la creación del Buró Político del Comité Central. Se decidió formar el Buró con los siete camaradas siguientes: Len(in), Zin(oviev), Kam(enev), Tr(ostki), Sta(lin), Sok(olnikov), Bub(nov).