Aniversarios

22/12/2011|1207

Hace diez años, la conquista de la Fuba

Hace diez años, unos días después de ocurridos los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre, el movimiento estudiantil universitario vivid su propia gran revuelta: la Franja Morada, que lideró la Federación Universitaria de Buenos Aires sin interrupción desde 1983, sería desplazada de la dirección de la misma. Se encargó de ello un frente de Agrupaciones de izquierda e independientes denominado, precisamente, “Frente 20 de Diciembre”. El Congreso de la Fuba había sufrido una profunda modificación.

Un frente que se las traía

Él Frente 20 de Diciembre contenía en su interior a la casi totalidad de las corrientes de izquierda e independientes. Sólo quedaron por fuera el PCR, que había desertado de las jornadas del 20, y el PTS, que asumiría hasta el día de hoy una posición anti-frentista en el enfrentamiento con la derecha. La agrupación con mayor peso era TNT, de Ciencias Económicas, que encabezó la lista. TNT, “independiente” y “antipartido”, no renegaba de hacer frente con ellos. Su referente máximo era Axel Kiciloff y su candidato a presidente, Iván Heyn. Los antipartido se sumarían luego a la camarilla K.

En esos años, la UJS era una corriente menor en la Universidad. Éramos concientes que el desplazamiento de la Franja era un hecho político relevante que abría un proceso político de crisis. Con nuestros siete delegados, consagramos en una de las vicepresidencias a Santiago Gima. En Prensa Obrera escribimos que “el frente ganador carece de un planteo estratégico. La conformación de la lista siguió un método oportunista, pues se realizó sin debate político a pesar del alcance histórico de los acontecimientos de las últimas semanas. A todas luces se puede ver que el futuro de esta nueva dirección está más que condicionado” (PO N° 736, Gabriel Solano).

La ruptura 

Las divergencias al interior de la nueva dirección se hicieron sentir más rápido de lo que todos creíamos. La agrupación de Kiciloff y Heyn (el TNT) desertó de la primera batalla que tenía planteada la Fuba de manera directa a principios del año 2002, en la Asamblea Universitaria de la UBA. En lugar de aprovechar la crisis del “imperio ShuberofT para plantear la derogación del estatuto de las camarillas, TNT se limitó a proponer a Axel Kiciloff como rector, una posición testimonial. El resto de las corrientes que integrábamos la Fuba rechazamos la Asamblea Universitaria, denunciamos a los shuberoffistas y a la nueva gestión de Jaim Etcheverry, y planteábamos la transformación política de la UBA. Era el primer paso del movimiento que cuatro años después iba a ganar la atención nacional con la lucha por la “democratización de la Universidad”. Esta divergencia, que en sí misma no explica la ruptura, era demostrativa del carrerismo prematuro que guiaba el accionar de los’ “jóvenes independientes” y de su hostilidad a la acción directa y la lucha. Cuando tuvieron que enfrentar el fraude de la Franja Morada en la Facultad de Ciencias Económicas, en las elecciones que ganó TNT, se opusieron (a la ocupación de la facultad y entregaron el centro sin pena ni gloria.

Luego de esta derrota, su retroceso fue total. Mientras en la mayoría de las facultades avanzaba la izquierda, recuperando nuevos centros de estudiantes, en Ciencias Económicas eso no se pudo lograr.

La cooptación La derrota del TNT y su desaparición posterior impactó fuertemente en el resto de los grupos autodenominados como “independientes”. En el Congreso de la Fuba de 2002, directamente no acreditaron sus delegados de Económicas. La desaparición del TNT convirtió en principal agrupación independiente al NBI de Derecho, cuyo máximo dirigente era Mariano Recalde, actual presidente de Aerolíneas. Junto a Recalde, Iván Heyn participó, como presidente de la Fuba, de un confederal de la CGT en el primer semestre de 2002, para apoyar al gobierno de Duhalde.

La llegada del kirchnerismo al poder en el año 2003 trajo aparejado una cooptación amplísima de estos grupos “independientes”, en especial de los miembros del TNT, lo cual degradó aún más su influencia en la universidad.

Este proceso de cooptación fue enfrentado de manera conciente por la nueva dirección de la Fuba, cuya presidencia ocupaban ahora el MST y el PO. De este modo, se logró que el movimiento estudiantil se opusiera con firmeza a la regimentación oficial y promoviera el avance de las corrientes de lucha que defendían la independencia política de las organizaciones estudiantiles y su unidad con el movimiento obrero, contra el gobierno. Los que durante años -y aún hoy- criticaron al PO por su política en la Fuba, siguen ciegos al reconocimiento del acierto estratégico de nuestra acción: golpear juntos contra la derecha y desarrollar la independencia de nuestra juventud revolucionaria y socialista.

La Cámpora, el fin del ciclo Las agrupaciones cooptadas por el poder y los dirigentes que se ubicaron en puestos en el aparato del Estado dejaron de jugar cualquier papel en el movimiento de la juventud. Luchas claves, como la que protagonizó la Fuba en el año 2006 por la “democratización de la Universidad”, los encontró en la vereda de enfrente,  eso cuando se los pudo ver. El “estudiantazo” de los secundarios, primero, y de los universitarios, después, abarcó buena parte del año 2010. Con un objetivo de contención de esta avalancha, Néstor y Cristina Kirchner, en un acto en el Luna Park, lanzaron la formación de La Cámpora, nombrando como secretario general al “Cuervo” Larroque, quien había integrado el Frente de Lucha del Colegio Nacional Buenos Aires con la UJS, y luego rompió para irse con el Chacho Álvarez y posteriormente al peronismo porteño.

El 15 de octubre de 2010, en River, CFK le dijo a sus pichones que no debían cometer los errores de la vieja JP, que enfrentó a la burocracia sindical, y que debían marchar con la “juventud sindical”. Con esta ‘doctrina’, los jóvenes camporistas se movilizaron en facultades y colegios para enfrentar la toma de los establecimientos por miles de estudiantes. Luego del discurso de Moyano en Huracán, los ‘pichones’ se ven obligados a barajar de nuevo – otra vez más.

Quien se sorprenda por ver ahora a los jóvenes camporistas atacar huelgas de manera directa, militarizar sindicatos y actuar desde el Ministerio de Economía como verdugo de los trabajadores del Indec es porque simplemente no conoce esta trayectoria política caracterizada por el carrerismo personal, su tendencia a la cooptación y la ausencia de un programa político transformador.

Conclusión 

La lucha contra la regimentación de la juventud sigue hoy vigente y es amplificada por la bancarrota económica, la tendencia a la descomposición del kirchnerismo, la crisis de la burocracia sindical y él crecimiento de la izquierda anticapitalista.