Aniversarios

30/4/2020

Las banderas de los mártires de Chicago: el 1º de mayo y la clase obrera norteamericana

Artículo publicado originalmente en Prensa Obrera (impresa) nº 14, 1º de mayo de 1983.

Como parte del dossier de notas de Prensa Obrera por el Día Internacional de los Trabajadores, compartimos este artículo que fuera publicado originalmente en Prensa Obrera (impresa) nº 14, 1º de mayo de 1983.


 


Las banderas de los mártires de Chicago


El 1° de mayo nació como resultado de un poderoso movimiento ascendente de la clase obrera mundial. El impulso original partió de la clase obrera norteamericana. En EE.UU. el movimiento adquirió proporciones gigantescas, pues movilizó al proletariado y a las más amplias capas explotadas, y traspasó sus fronteras: en 1889 el Congreso Internacional Socialista Obrero instauró el 1° de mayo como el día de "una gran manifestación internacional”.


El ascenso de la clase obrera norteamericana


Después de la guerra de secesión, entre el Norte capitalista y el Sur esclavista a mediados del siglo pasado, el capital norteamericano adquirió un gran desarrollo. Esto significó para la clase obrera superexplotación y miseria. Jornadas de 14 a 18 horas, utilización de los trabajadores inmigrantes para reducir el salario, hacinamiento en las ciudades, etc. La organización sindical era casi nula y los sindicatos que despuntaban eran de oficios y locales.


La inversión capitalista se concentró en la industria ferroviaria, y la superexplotación obrera tenía aquí ribetes impresionantes. A su vez, al primer signo de depresión, el gran capital reducía los salarios y despedía. En 1877, y por segunda vez, la patronal redujo en un 10 % el salario ferroviario. De inmediato, una ola de huelgas y levantamientos populares se extendieron por las principales ciudades y nudos ferroviarios, como Nueva York, Baltimore, Saint Louis. En todos lados la policía arremetió contra los huelguistas, pero en Pittsburg mataron a 20 obreros. La ciudad entera se sublevó poniendo en fuga a las tropas, y se adueñaron durante 2 días de sus calles. En Chicago la huelga fue total. La gran característica fue que los obreros de la gran industria y las capas más explotadas y de desocupados manifestaron junto a los ferroviarios. En algunas ciudades, se formaron sindicatos por industria. En todos lados, adquirió un impulso magistral la formación de sindicatos.


Los primeros signos del surgimiento de un movimiento sindical nacional databan de 1866, pero será en la década siguiente al impulso de este ascenso que cobrará una gran extensión.


En 1876 se habían formado los “Caballeros del Trabajo" (Knights of Labor), sindicato clandestino duramente hostilizado y golpeado por la represión patronal y policial. Sus dirigentes jugaron un gran papel en las huelgas de 1877 y una de las consecuencias de esto será el gran desarrollo de un movimiento sindical estrechamente ligado a las capas más explotadas.


El gran levantamiento (1884-86)


Sobre la base de este ascenso, la crisis económica que comenzó a principios de 1884 tuvo un efecto estimulador sobre las masas trabajadoras. Ante el intento patronal de hacer recaer con despidos la crisis sobre los trabajadores, apareció con inusitada fuerza la reivindicación de la jornada de 8 horas. Los ferroviarios reaccionaron con la huelga. Los trabajadores no calificados y los inmigrantes se sumaron a las protestas. En ese año, 700.000 trabajadores adhirieron a los “Caballeros del Trabajo".


La iniciativa de convocar a una huelga y manifestación para el 1o de mayo de 1886 con la reivindicación de la jornada de 8 horas, sin embargo, no partió de este sindicato sino de los sindicatos de trabajadores calificados (“trade unions”).


Pero éstos no le dieron organización. En cambio las direcciones locales de los Caballeros del Trabajo", desobedeciendo a su dirección nacional, se sumaron a la organización de la manifestación y la huelga.


El 1o de mayo, 190.000 trabajadores desfilaron por las calles; 80.000 en Chicago. En los días siguientes, estallaron nuevas manifestaciones. La burguesía, ante el amplio desarrollo del movimiento huelguístico, decidió contragolpear. El 4 de mayo, la explosión de varias bombas fue el pretexto para una gran provocación. Los principales líderes obreros fueron arrestados, condenados a muerte y finalmente ahorcados.


George Engel, Adolph Fischer, Auguste Spies, Albert Parson y Louis Lingg. Tales los nombres de quienes pasaron a la historia como "los mártires de Chicago". "Tiempo llegará en que nuestro silencio será más poderoso que las voces que hoy vosotros estranguláis" -dijo Spies a sus verdugos. Así fue. Sobre este gran movimiento huelguístico y sus mártires germinó la idea de una jornada de lucha por las 8 horas simultáneamente en todo el mundo, que habría de tener su primera expresión el 1o de mayo de 1890.


Las ideas revolucionarias


Todo este movimiento ascendente estuvo impregnado y muchas veces dirigido por líderes obreros de ideas socialistas y anarquistas. Se crearon por esa fecha muchos grupos revolucionarios y algunos llegaron a ocupar un lugar destacado en la gestación y en la orientación de las huelgas. Muchos de sus líderes fueron arrestados y procesados en las jornadas de mayo: la mayoría de "los mártires de Chicago" fueron líderes obreros revolucionarios.


No fueron los líderes obreros reformistas sino los identificados con las posturas revolucionarias los que impusieron las reivindicaciones más elementales del movimiento obrero. Antes de que terminara 1886 la jornada de 8 horas se había extendido a numerosas industrias y las nacientes organizaciones sindicales salieron fortalecidas.


La decisión del Congreso Socialista Internacional de colocar el 1o de mayo como día mundial de manifestación obrera muestra la enorme proyección y fuerza que tuvo la lucha del proletariado norteamericano. Esto fue captado por


la burguesía. El diario francés "Le Temps" escribió: "Lo grave es el hecho de que se extienda por encima de las fronteras, de haber adoptado un texto común, un método común: de haber puesto en movimiento a tan grande número de personas pertenecientes a las nacionalidades y profesiones más diversas. He aquí una modificación profunda del orden social".


Bien que la burguesía ha tratado por todos los medios de borrar de la memoria obrera el carácter internacional y de lucha del 1º de mayo, es una evidencia que allí donde el movimiento obrero emerge con fuerza el 1º de mayo cobra su identidad original. En Polonia, en Bolivia, en Uruguay, en Chile, en Centroamérica, éste es el carácter que tendrá el próximo 1o de mayo. Muestra la plena vigencia de las banderas por las que cayeron los "mártires de Chicago".