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22/8/2006|507

28 de septiembre: Encuentro universitario nacional

Como parte de la movilización hacia el Congreso Nacional, por la organización masiva de la Juventud, la UJS universitaria convoca el próximo 28 de setiembre a un Encuentro Nacional. El objetivo es caracterizar la situación actual en las universidades y definir las reivindicaciones de lucha y la perspectiva que se le plantea al movimiento estudiantil.


Cuadro de situación


Con la aplicación en curso de la ley menemista de enseñanza superior, el sistema universitario se ha convertido en una dependencia del  Banco Mundial. El presupuesto ha sido recortado en función del pago de la deuda externa. De conjunto, el financiamiento de la universidad se convirtió en un subsidio a las grandes corporaciones. Bajo la forma de convenios, proyectos de investigación y acuerdos de todo tipo con fundaciones privadas,  se ‘privatizan’ los recursos humanos y materiales de la enseñanza superior.



Las facultades y carreras que no se adaptan a este esquema están condenadas a la penuria e inclusive a su desaparición. En el caso de Ciencias Económicas, se han creado estructuras propias para el suministro de mano de obra barata en masa, con la excusa de las ‘pasantías’. 



Como la ‘reforma universitaria’ del Banco Mundial es, sobre todas las cosas,  un intento por elevar la ganancia capitalista a costa del salario y de las condiciones de vida de la juventud, el arancelamiento de los estudios es uno de sus instrumentos claves. Ahora, la Universidad de Buenos Aires anuncia un audaz plan de “reconversión curricular”, que otorgará los títulos más calificados sólo al cabo de los llamados posgrados, todos convenientemente arancelados. Las viejas carreras serán recortadas y mutiladas, cada cual con una suerte de ‘diploma basura’. El mismo proceso está en marcha en numerosas universidades del interior del país.


Universidad colonia

 

La autonomía universitaria ha quedado completamente abolida. Semanas atrás, quedó formalmente constituida la Comisión Nacional de  Evaluación  y Acreditación Universitaria (CONEAU), que funciona bajo la órbita del Ministerio de Educación, y que de aquí en adelante estará facultada para decidir la aprobación o no de los planes de estudio y hasta la consiguiente habilitación profesional que otorgan las más de 30 universidades de todo el país. 



Los funcionarios del Banco Mundial tienen, también, poder de veto sobre estos temas, como contrapartida de los ‘préstamos’ que otorga. En el Ministerio de Educación, las ‘misiones del Banco Mundial’ tienen su sede con el mismo predicamento que las del Fondo Monetario que recalan en Economía o en el Banco Central.



El sistema universitario nacional ha quedado, además, bajo el control de otro organismo previsto en la ‘ley’, que es el Consejo Universitario, en el cual se ha garantizado el asiento de las universidades privadas, dominadas fundamentalmente por la Iglesia. De este modo, hemos alcanzado el status de universidad-colonia bajo el dominio de las instituciones “modelo” de la reacción política contemporánea: el imperialismo y el clero.


 Planteamiento


Este proceso ha ido avanzando de la mano de la dirección universitaria dominada por el radicalismo y con  la colaboración de notorias representaciones del Frepaso. La pretensión de hacer de la Universidad una trinchera de lucha democrática, de politización y formación crítica de los estudiantes, ha sucumbido bajo el peso de la impotencia de los radicales y el centroizquierda, que carecen de toda alternativa al orden vigente.



La FUA y el movimiento estudiantil están completamente atrapados en este engranaje. La Franja Morada, con el apoyo del PTP y el centroizquierda, acaban de apoyar la reforma menemista de Schuberoff en  la UBA. El activismo universitario se enfrenta a la necesidad de grandes luchas contra  el avance de esta política.  Se viene la masificación del arancel, el limitacionismo más desenfrenado por la vía de draconianos sistemas de ingreso, el cierre de cursos y carreras, la lucha elemental por aulas e instalaciones para poder estudiar. 



Las reivindicaciones contra estos atropellos deben vincularse a la lucha más general por desconocer las modificaciones de los estatutos universitarios, efectuadas recientemente para adaptarlos a las exigencias del Banco Mundial; por reclamar la expulsión de sus funcionarios del Ministerio y de la Universidad; por plantear el monopolio irrestricto del otorgamiento de los títulos habilitantes por parte de la Universidad pública;  para acabar con el gobierno de las camarillas profesorales y plantear el gobierno con mayoría estudiantil y la vigencia del sufragio universal para la elección de autoridades;  para reclamar el control de los fondos presupuestarios por delegados estudiantiles y docentes, etcétera.



El Encuentro Universitario de la UJS está  llamado para debatir estas reivindicaciones y reagrupar a la vanguardia estudiantil en torno a un planteamiento político, en la Universidad,  de unidad con los trabajadores y de completa delimitación de las corrientes entregadas a la política del capital y la reacción política.