Partido

23/8/2001|718

Abel Alexis Latendorf: "Un planteo generoso"

Abel Alexis Latendorf es legislador de la Ciudad, electo por el Partido Socialista Auténtico. Cuando se conoció la propuesta de unidad del Partido Obrero hacia Izquierda Unida, Latendorf dirigió una carta a los direcciones de PO e IU, a favor de esa propuesta (ver PO Nº 717). En este reportaje, Latendorf desarrolla ese punto de vista, así como su visión sobre la situación política nacional.


P: Alexis, el sábado 11 pasado, el Partido Obrero publicó una solicitada con un planteo político y una propuesta concreta para un frente con Izquierda Unida. ¿Cómo apreciaste esta propuesta?


R: Bueno, la analicé con mucha alegría. Me pareció que finalmente era posible la unidad de las izquierdas, por la cual estoy bregando desde hace muchos años y especialmente en esta Legislatura. De manera que cuando la leí, me comuniqué de inmediato con los referentes de los tres partidos: del PO, hablé con Jorge (Altamira), y le dejé mensajes a Patricio Echegaray y Vilma Ripoll, expresando que estaba de acuerdo con el ofrecimiento que estaba realizando el PO.


P: Es decir que el planteo servía para una campaña electoral común.


R: Pensé que sí y lo hice saber a través de un comunicado que discutimos con todos los compañeros de mi grupo. Sí, me pareció posible y me pareció inclusive un ofrecimiento generoso. Es que al unir a la izquierda era altamente probable que salieran dos diputados por Capital, y arañando, quizá, Jorge Altamira en la provincia de Buenos Aires. Separados, creo que la situación no va a ser la misma. Tengo la impresión de que perdimos una oportunidad histórica.


P: El desafío electoral más difícil, es el de provincia de Buenos Aires...


R: Así es. Aunque supongo que el planteo era consistente con la estrategia general del PO, de crecimiento en el conurbano, que ha sido evidente en los últimos tiempos, con la creación del Polo Obrero; sobre todo, en el piquete de La Matanza esto resulta fácilmente comprobable. Pero, por otra parte, creo que la propuesta del PO no perjudicaba a nadie. Todo hubiera consistido en hacer un cambio en la primera diputación de la provincia, nada más. Pero, probablemente, IU ya tenía compromisos internos tan esclerosados que no podían ser cambiados.


P: ¿Cómo ves el acuerdo suscripto con el Mas?


R: En términos generales, me parece un avance importante hacia la unidad de las izquierdas. El Mas fue en su momento una agrupación política de gran arraigo. Me parece importante que el PO continúe una línea acuerdista. Yo vengo sosteniendo esto desde hace muchos meses. Toda mi campaña por "Latendorf senador" siempre consistió no en llegar a un cargo –lo que sería prácticamente imposible, aún con la unidad de las izquierdas– sino en una prenda de unidad, en una apertura hacia todo un sector de la sociedad que no era abarcado por la izquierda. De manera que celebro el acuerdo con el Mas, que ratifica que el PO mantiene su actitud unitaria.


P: A dos meses de las elecciones, ¿cómo apreciás esta crisis política?


R: Estamos al borde del abismo. El jueves, en la sesión de la legislatura, la diputada González Gass (creo que ahora aspira a ser senadora en segundo término por la UCR) dijo que se discutía "la viabilidad de la Argentina como Nación", lo que me causó realmente una reacción furibunda. Porque tiene razón, es así, pero ella lo tomaba como una de las condiciones de nuestra rendición, no como una de las condiciones de reestablecer la identidad nacional...


P: Como el argumento para capitular en todos los planos frente al FMI...


R: Efectivamente. Yo he llamado en varias oportunidades a De la Rúa el "Petain argentino". El que quiere capitular frente a la invasión, no de los alemanes, sino del imperialismo. La situación es, por un lado, catastrófica; pero por el otro lado, muy importante para plantar las banderas por las que hemos batallado siempre, es decir, la soberanía argentina, la recuperación de las empresas en manos del Estado y de los trabajadores. Es decir, que si por un lado esta batalla es cruenta, por otro lado hay posibilidades de establecer una gran reacción nacional. Yo estuve, en enero, en el 35º aniversario de OSPAAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, Africa y América Latina), de la cual fui uno de los fundadores. En consecuencia, tuve el honor de estar con una serie de compañeros cubanos también fundadores, como Melba Fernández. Y traje varios afiches. Uno de ellos, tiene un latinoamericano en una especie de cruz, que es el signo del dólar. Arriba, creo que decía "FMI", con las siglas inglesas. Entonces lo copiamos, colocando arriba "FMI" y abajo "Deuda externa", con un obrero argentino crucificado, y comencé una campaña política por la unidad, en base a mi trayectoria y a mi falta de ambición política inmediata.


P: ¿Cómo ves al movimiento piquetero?


R: Como una nueva forma de lucha y organización para la lucha. Yo he dicho que La Matanza en los días de piquete me parecía un pueblo autogestionado. En alguna oportunidad dije que era como estar en una "zona liberada", lo que fue usado por Haddad para atacarme... Es una lucha en conjunto, con las familias, con todos; es la lucha del futuro. Es difícil transmitir la emoción que sentía ante ese pueblo de cinco mil habitantes, desharrapado, pero férreamente organizado. Yo pensé transformar el nombre de mi grupo político dentro de la Legislatura como "piquete socialista".


P: Es una gran lucha contra el Estado.


R: Efectivamente. Una gran lucha contra el Estado. Y yo quiero participar de ella. En la Legislatura, yo me siento reconfortado. Siempre he tratado de que los diputados de izquierda mantengamos la mayor coherencia posible. Creo haber sido coherente en este año, con mis cuarenta años de pasado político. Primero, al haberme diferenciado de Giorno (diputado electo en la misma lista de Latendorf, perteneciente al partido de Cartañá), aunque él mismo se encargó de ello. Luego, al no seguir una política suicida e individualista del PSA. Por ahora, soy una especie de "Carrió del socialismo"; en fin, las circunstancias dirán. Yo soy y fui un socialista revolucionario. Nunca apoyé a los "clubes de bochas". Lo que apoyo es un "partido de fútbol" en serio, para meterle un buen par de goles a la derecha y al establisment. Y creo que en este momento las circunstancias son ideales. Mirá, te cuento un caso: yo he estado en la lucha de El Jagüel, en Esteban Echeverría. En ese pueblo, están al frente del piquete el maestro y el cura del pueblo, que es católico pero "no responde a Roma". Ellos dirigen el piquete. Estuve allí para defenderlos cuando quisieron reprimirlos. Pero es que todo ese pueblo estaba con el piquete. Y contra el modelo que nos hunde en una espiral de pobreza cada vez más fuerte y más sórdida.


Estamos ante la agonía del hiperliberalismo. O repudiamos la deuda externa, que es ilegal e ilegítima e impagable, o llegamos a la disolución nacional a la que aludía la señora González Gass. Pero no pagar la deuda externa significa al mismo tiempo encabezar una política de defensa de las condiciones nacionales.


P: El repudio de la deuda debería estar acompañado de un conjunto de medidas confiscatorias....


R: Desde luego que un país que no domina el comercio exterior y la banca no puede hacer ninguna de estas cosas. Por lo pronto, hay que terminar con estas privatizaciones, burdas e ilegales. En la Legislatura, éste fue el sentido de mis denuncias iniciales sobre el Zoológico. En definitiva, nunca ha estado tan clara la disyuntiva de "socialismo o barbarie". El mes que viene cuando bajen 40% los sueldos... ¡todo para pagar los intereses de la deuda! En verdad, el país está de rodillas. Ya lo dijo el juez Ballesteros, cuando hizo su sentencia que duerme en los cajones del Congreso, y que por supuesto la señora Carrió no va a remover, porque ella cree en un "capitalismo serio", y evidentemente, no se va a ocupar del tema. A Palacios se le caería el bigote si resucitara, y eso que yo tengo montones de diferencias, sobre todo con el Palacios de la última época. En fin, creo que nos están dando servido el cadáver del capitalismo.


P: El 4 de setiembre, vamos a una nueva Asamblea Nacional Piquetera...


R: Allí estaré. Yo, los mejores días que pasé en los últimos meses, son los que transcurrí en La Matanza, donde incluso pernocté en el piquete. Sentí un afecto solidario, más allá de que no todos los líderes sean los mejores. Hay un viejo dicho, una vieja consigna, que siempre dije, pero nunca creía en ella en términos inmediatos: "El pueblo unido jamás será vencido". Ahora está esa posibilidad. Mientras tenemos la posibilidad de unirnos frente a la agonía de todo un régimen y todo un sistema, estamos separados. Parafraseando a Fidel Castro: "A los que no se unen, la historia no los absolverá".