Carta de los presos políticos de La Tablada

De nuestra consideración:


Nos dirigimos a Ud. para ponerlo en conocimiento de la Campaña por una Ley de Amnistía en nuestro favor que impulsan en nuestro país Hebe de Bonafini, Osvaldo Bayer, León Rozitchner, Graciela Rosemblum, Ariel Delgado, Inda Ledesma, R.P. Luis Farinello, Norman Briski. En tales circunstancias, le solicitamos promueva su tratamiento y resolución favorable por el Congreso de la Nación.


Estos son los motivos que fundamentan la justeza del pedido.:


- Que, queriendo equipararnos con golpistas, se nos impuso a la mayoría de nosotros igual pena que a los mayores responsables del golpe de Estado de 1976: prisión perpetua. Sin embargo, nuestros móviles y accionar eran de signo contrario: fuimos a La Tablada con la convicción de que se gestaba allí un golpe de Estado; somos miembros de un movimiento político —el MTP— legal y público, comprometido con la democracia y que no tuvo ni tiene una táctica de lucha armada para la toma del poder. Los hechos de La Tablada son únicos en la vida de nuestra organización, y producto de circunstancias determinadas que implicaban un cada día más peligroso avance del autoritarismo militar.


- Que hace más de cinco años que nos encontramos presos. Un tiempo que supera ampliamente las detenciones de aquellos que atentaron contra la democracia en reiteradas oportunidades. Como también el tiempo de prisión cumplido por los pocos mandos comprometidos con la dictadura militar que fueran detenidos. Un tiempo que está cerca de igualarse al que permanecieron en prisión los miembros de las 3 Juntas Militares, responsables del mayor genocidio de este siglo en nuestro país.


- Que nuestras condiciones de prisión distan mucho de aquéllas con que se beneficiaron y benefician los militares en cuestión. Lejos de los chalets confortables, las salidas semanales, la instalación de oficinas y los asados de camaradería, vivimos las mismas condiciones de detención que —una y otra vez— generan las protestas de los presos sociales. Atención sanitaria deficiente, alimentación que debe ser sostenida por nuestros familiares, dificultades para el ingreso de las visitas semanales de los organismos de Derechos Humanos, trabas constantes para continuar nuestros estudios y requisas vejatorias para los familiares y amigos que nos visitan, son algunos de los ejemplos que así lo demuestran.


- Que el proceso por el que se nos condenó y por el que se nos mantiene en prisión estuvo plagado de irregularidades. Sería largo enumerarlas todas aquí, pero nos referimos a las más notorias: la represión brutal —con más de 3.500 efectivos, cañones de 105 milímetros y utilización de fósforo blanco y causal de gran cantidad de muertes— en que se apeló al fusilamiento, la desaparición forzada y la tortura; la instrucción llevada a cabo en el Juzgado Federal de Morón y dirigida por los servicios de inteligencia; el juicio en la Cámara Federal de San Martín en que se atentó contra el derecho de defensa; y, por último, la denegatoria por meros formalismos del recurso de queja presentado por nuestra defensa ante la Corte Suprema de Justicia. El Pacto de San José de Costa Rica —del que nuestro país es signatario— también fue violado en numerosos artículos.


- Que esta situación fue denunciada en distintos momentos por organismos internacionales de Derechos Humanos como, por ejemplo, Amnistía Internacional, la Asociación de Juristas Democráticos, Asociación Pro Derechos Humanos de España. A un año de su presentación, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aceptó, con el número 11.137, la petición que por estas violaciones presentamos por intermedio de nuestros abogados defensores. Esto pone al Estado argentino en la situación de tener que responder por estas flagrantes violaciones a los derechos humanos.


- Que el conocimiento de estas irregularidades ha hecho manifestar su solidaridad con nuestros reclamos a los más amplios sectores de la opinion pública nacional e internacional. Desde religiosos hasta obispos, asociaciones de trabajadores, estudiantes, artistas, organismos de Derechos Humanos de América Latina, el Caribe y Europa, y una amplia gama de partidos políticos. Por ejemplo, en España abarca desde Manuel Fraga Iribarne hasta diputados de Izquierda Unida; y en México y Nicaragua a prácticamente la totalidad de los legisladores, tanto de los partidos gobernantes como de la oposición.


- Que el pedido de Amnistía va ganando lugar en la opinión pública, en la medida en que la injusticia de nuestra situación se hace más evidente por el paso del tiempo. Esto se ha manifestado en distintos actos públicos y en la entrega de firmas en apoyo de esta campaña al Congreso de la Nación.


Finalmente, la iniquidad evidenciada al comparar nuestra situación con el trato de los militares golpistas es una afrenta al espíritu justo y democrático de nuestro pueblo. En nuestro caso, somos hombres y mujeres de claras convicciones y firme compromiso, que luchamos por el retorno de la democracia desde sindicatos, centros de estudiantes, organizaciones sociales, religiosas y políticas. Sin embargo, hoy nos encontramos marginados de la participación política, en momentos en que el país se apresta a debatir sobre el carácter de nuestras instituciones.


Por todas estas razones, reiteramos nuestro pedido de que su partido promueva el tratamiento y resolución favorable de una Ley de Amnistía para nuestro caso y para los otros cinco presos políticos del campo popular. Esta resolución será un verdadero acto de justicia.


Cárceles de Caseros y Ezeiza,


26 de marzo de 1994


Los saludamos respetuosamente.


CARCEL DE EZEIZA: Claudia Acosta - Cintia Castro - Isabel Fernández - Dora Molina


CARCEL DE CASEROS: Juan Carlos Abella - Miguel Angel Aguirre - Juan Manuel Burgos - Luis Norberto Díaz - Daniel Gabioud Almirón - Miguel Angel Faldutti - Roberto Felicetti - Carlos Ernesto Motto - José Moreira - Gustavo Mesutti - Sergio Paz - Fray Antonio Puigjané - Claudio Rodríguez - Luis Darío Ramos - Sebastián Joaquín Ramos - Claudio Veiga