Internacionales
20/3/1997|531
El Frente Amplio da la ‘bienvenida’ al imperialismo
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El dirigente del MPP y ex-dirigente del MLN-Tupamaros, Jorge Zabalza, entregó, junto al intendente Mariano Arana (Frente Amplio), las llaves de Montevideo al presidente francés, Jacques Chirac.
En ocasión de este homenaje al jefe del imperialismo galo, Zabalza realizó un discurso que fue atacado por el Partido Colorado, por deslizar algunas críticas al gobierno de Francia por las pruebas nucleares en Mururoa y los despidos en Gaseba (propiedad de Gaz de France).
Este fue el adorno ‘combativo’ de un acto de "bienvenida" al imperialismo. Zabalza, nuevo presidente de la Junta Departamental de Montevideo, declaró que "Uruguay es patria de trabajo; bienvenidos los capitales franceses cuando traen empleo, riqueza y paz. Bienvenida la Citroën que es pan para nuestros hijos".
Junto a esta declaración, que coloca al imperialismo como vehículo del progreso y el desarrollo, Zabalza deslizó una crítica que recogió las iras de la derecha: "Una cosa tienen que tener bien clara: no queremos capitales franceses que se burlen del parlamento nacional, del Ministerio de Trabajo, de la central sindical, de la soberanía del pueblo uruguayo, de su amor a la libertad, de la dignidad de sus obreros. Esas no pueden ser las bases que el capital francés nos proponga para vincularse con el trabajo uruguayo". En pocas palabras: bienvenido el imperialismo ‘humanitario’, no el capitalismo ‘salvaje’.
El MLN surgió a comienzos de la década del ‘60 principalmente como una ruptura con el Partido Socialista, sosteniendo las tesis ‘foquistas’del castrismo. El MLN defendía una orientación radicalmente nacionalista, que heredaba de hecho del propio PS. Este, en la década anterior, había roto con la postura favorable al ‘imperialismo democrático’ de Frugoni, al punto de romper con la IS por la política colonialista del gobierno ‘socialista’ francés. Es particularmente revelador este ‘gesto’ del ex-dirigente tupamaro, como expresión de una evolución crecientemente proimperialista.
"¡Bienvenido presidente de Francia", declara Zabalza hacia el final de su discurso, "porque tu visita resolvió un conflicto que angustiaba al Uruguay!". Con esto Zabalza ingresa de lleno al cinismo, invirtiendo la realidad. No es que el gobierno sanguinettista, el Frente Amplio y la burocracia sindical impusieron la acelerada derrota a los obreros del Gas, para que no hubieran movilizaciones en repudio a Chirac ... ¡sino que la visita del presidente francés habría permitido ‘resolver’ el conflicto!
Con este simple acto, Zabalza ha clarificado el contenido de su nombramiento en la presidencia de la Junta Departamental montevideana. Si la propuesta de Zabalza de denominar una calle con el nombre del ‘Che’ Guevara, pudo sembrar alguna expectativa de una utilización de ese cargo en función de la movilización popular y de una política de izquierda, la entrega de las llaves a Chirac, sobre el conflicto derrotado de Gaseba, revela completamente la integración de Zabalza y el MPP al Estado capitalista.
La burocracia traiciona a los obreros de GASEBA
Los trabajadores del Gas fueron conducidos a la derrota por la política de la burocracia del PIT-CNT. De 33 despidos originales, quedaron firmes 18, mientras apenas 4 trabajadores fueron reintegrados sin condiciones. Otros 11 fueron al seguro de paro, donde serán ‘recalificados’, quedando la inseguridad respecto a su reintegro.
Este desenlace responde, en primer lugar, a la política de aislamiento impuesta desde la burocracia del PIT-CNT. Hay que recordar que el paro general previsto para diciembre pasado se postergó una y otra vez. Cuando la dirección mayoritaria no tuvo más remedio que convocarlo el 14/1, lo consideró como un paro aislado, con el que pretendía ‘salvar su responsabilidad’ y dejar morir el conflicto. Es así que se frenó toda movilización por el reintegro de los despedidos. La única marcha convocada "por el empleo" no estaba al servicio de movilizar a los trabajadores en apoyo al Gas, sino de confluir con el Frente Amplio (FA) y el Nuevo Espacio en un movimiento por subsidios a las patronales.
La dirección del PIT-CNT se integró como ‘mediadora’ en el conflicto, buscando una ‘fórmula’ que lo destrabara, es decir, aceptando despidos. La negociación con el Ministerio de Trabajo (MTSS) y la patronal estuvo prácticamente en manos de la cúpula del PIT-CNT, por lo que ésta es la principal responsable del resultado del conflicto.
La derrota de los trabajadores del Gas era una necesidad no sólo para la patronal de Gaseba, sino también para el gobierno. La ‘seguridad a los inversores’ es uno de los pilares de la política sanguinettista. Todo el mundo pudo ver la preocupación del gobierno para que el sindicato del Gas fuera derrotado antes de la llegada de Chirac. Sanguinetti convocó a su ‘amigo personal’ José D’Elía (presidente ‘honorario’ del PIT-CNT), para que se comprometiera a impedir una marcha contra Chirac. La dirección del PIT-CNT lanzó un comunicado en el que reconocía la importancia de ‘atraer inversores’, es decir, de promover la colonización económica del país por el imperialismo. Cuando quedaban pocas horas para el arribo de Chirac, tanto el MTSS, Gaseba, como la burocracia sindical, se esforzaron por enterrar la lucha del Gas, para dar una‘imagen de tranquilidad’ a los capitalistas franceses que vinieron junto a Chirac.
Por su parte, el FA se negó a convocar todo tipo de movilización contra el jefe imperialista. El secretario político de Tabaré Vázquez, Hugo Cores (PVP), consultado por la prensa, se lavó olímpicamente las manos, respondiendo que una acción en repudio a Chirac sería de resorte privativo ... ¡de los sindicatos! El intendente de Montevideo, Mariano Arana, entregó las llaves de la ciudad al mandatario francés... ¡acompañado por el tupamaro Jorge Zabalza! Para el Frente Amplio, el levantamiento del paro general y de la marcha en repudio a Chirac era fundamental: de allí que concentró todas sus energías en presionar a los trabajadores de Gaseba para que aceptaran los despidos.
La dirección del sindicato del Gas, en lugar de denunciar el papel de la burocracia del PIT-CNT y convocar al conjunto de los trabajadores a movilizarse en su apoyo, entronó a la dirección del PIT-CNT a la cabeza de la negociación. Ahora expresan "el mayor reconocimiento al enorme papel jugado por el PIT-CNT y cada uno de los gremios que lo integran", lo cual significa blanquear la traición de la burocrática.
Hay que señalar, también, que la dirección del sindicato del Gas, desde el principio, descartó medidas de paro que cortaran el suministro del gas, y enfatizó públicamente que no iría a una huelga o a una ocupación. De conjunto, toda esta orientación dejó al conflicto completamente sometido a la orientación de la cúpula del PIT-CNT, que terminó negociando los despidos.
El resultado significa un tremendo golpe para los trabajadores del Gas, en la medida que su sindicato queda prácticamente desmantelado y la patronal ha salido reforzada. Es necesario sacar un balance para todo el movimiento obrero.
Más que nunca está planteada la necesidad de una coordinación sindical clasista y combativa, para impulsar una política de lucha y para que el movimiento obrero pueda quitarse de encima ese cáncer que es la burocracia sindical.