Políticas

10/3/1994|413

El Partido Comunista y Matilde Menéndez

El 25 de febrero varios funcionarios del Pami fueron detenidos cuando intentaban cobrar coimas por valor de 220.000 dólares. El hecho demostró fehacientemente que el Pami es una de las “cajas negras” del aparato justicialista de la capital. Los aportes de los trabajadores y de los jubilados sirven para pagar los sobreprecios, que luego “retornan” como “favores” a los funcionarios menemistas.


Hubo que esperar la revelación pública de esta estafa conocida para que “la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados resol(viera) el lunes 28 de febrero enviar un telegrama a la directora del Pami y otro a Francisco Tirelli (miembro del directorio propuesto hace dos años por la Mesa, PO) haciéndoles saber que ‘a partir de este momento (Tirelli) no representa más’ a dicha organización de jubilados” (Propuesta, 3/3). Un claro “despegue”  a destiempo. El “affaire” Matilde Menéndez ha servido para desenmascarar la política de colaboración del PC con la “caja” justicialista.


Hace menos de dos años, en julio de 1992, el periódico Jubilados, de la Coordinadora, elevó un memorial a la Matilde Menéndez, en el que expresaba su satisfacción por la “normalización” del Pami y “la reciente designación de su directorio, en el que la Mesa está representada, lo cual ha creado una gran expectativa”. El memorial hace un panegírico del “nuevo sistema prestacional” propuesto por Matilde Menéndez, y hasta saluda que “por primera vez en los 20 años de existencia del Pami” los prestatarios beneficiarios “resultaron adjudicados en licitación abierta”. En el mismo número aparece una publicidad de una página del Pami pagada por Matilde Menéndez, contraviniendo todo principio elemental del sindicalismo obrero. La “licitación abierta”  no era otra cosa que la cortina de humo de la “caja negra”.  En todo este período, los dirigentes de la Coordinadora (que el PC orienta políticamente) se prodigaron en la defensa de la gestión de Matilde Menéndez, con alguna crítica circunstancial.


“El directorio de Pami tiene resuelto aprobar importantes descuentos para los medicamentos”, decía en setiembre del ‘92 la dirección de la Coordinadora, “pero para ello tiene que continuar funcionando normalmente sin interferencias ajenas a su misión”. Esto revela que el PC se “palpitaba” la “caja negra”, pero no la denunciaba.


Cuando a fines de octubre de dicho año, un grupo de jubilados (con Norma Pla ) ocupaba las instalaciones del Pami, los dirigentes de la Coordinadora (particularmente Julio Liberman, director del Pami hasta hace sesenta días) “se reu(nían) con la titular del Pami para expresarle ‘su apoyo a la gestión al frente de la obra social de los jubilados, el reconocimiento por los anuncios sobre medicamentos y el repudio a la actitud de las personas que ocupan la sede del instituto”  (La Nación, 30/10/92). Liberman declaraba (Crónica, 30/10/92) “nosotros estamos conformes con el Pami, si no fuese así ya habríamos salido a la calle para que todo el mundo lo sepa”. Clarito.


Por todo ello la renuncia de Liberman como “asesor” rentado del directorio del Pami (la que aún no ha tenido estado público) y la expulsión “sui generis” de Tirelli, integrante del directorio, es un desesperado intento de evitar que la Coordinadora y el PC sean llamados a declarar en Tribunales.


Imizcoz, dirigente de la Coordinadora, declaró que “nosotros no pedimos la renuncia de Menéndez: queremos que se quede y sea investigada... Sucede que como el director del Pami es nombrado por el Ejecutivo, no podemos esperar nada bueno, ni nuevo. No queremos que nos suceda como en Santiago del Estero. Echaron a uno para ponerlo a Schiaretti”. El PC y la Coordinadora saben mucho de Santiago del Estero, ya que el Frente Grande (al que pertenecen) apoyó esa intervención!


La declaración de Imizcoz deber ser interpretada como un intento de evitar que la crisis del Pami revele el accionar de la Coordinadora y del PC.


El PO reclama sí la expulsión inmediata de Matilde Menéndez y de todos sus funcionarios; su procesamiento; y que el Pami sea dirigido por los jubilados, electos en asambleas de sus organizaciones y revocables por las mismas.


El PC insiste con su fracasada política colaboracionista: ¿por qué será? Su ex representante, Tirelli, acaba de firmar una solicitada en apoyo a la Menéndez, lo que es toda una confesión de complicidad con la “caja negra”. Hace unos años, Estrella Monteverde también llegó de la mano de la Coordinadora al directorio del Pami para luego transformarse en funcionaria (bien adornada) del anterior “interventor” menemista.


Mientras Ibarra (del Frente Grande) denuncia a la Matilde Menéndez (aunque tampoco pide su renuncia, ni reclama que el Pami quede bajo la dirección de los jubilados), los dirigentes de la Coordinadora (orientados por el PC) vienen defendiendo esta gestión.