Menem-Duhalde-Alianza, unidos en la corrupción y en la desocupación
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En agosto se registró el mayor nivel de despidos de los últimos dos años.
¿Dónde?
En las provincias de la Alianza, en particular Córdoba y Río Negro; en la provincia de Buenos Aires de Duhalde; en todo el país que gobierna Menem.
Comienza a descargarse sobre los trabajadores la crisis internacional que, según gobierno y opositores, no afecta a la Argentina debido a la solidez de su plan económico. Esta misma robustez explica que el gobierno haya decidido postergar cualquier aumento a los jubilados y la cancelación de las deudas que tiene con ellos.
Para hacer más sólida aún a la Argentina, Menem obligará a las AFJP a comprar los bonos del Estado que los capitalistas no aceptan salvo a tasas de interés usurarias. La jubilación privada, que en el curso de la crisis ya se comió todos los intereses ganados por los aportantes, se transforma ahora oficialmente en la gran caja del Estado, precisamente lo que había dicho que quería terminar.
En esta Argentina, cuyas conquistas económicas oficialistas y opositores se juramentaron a defender, los obreros de la construcción se siguen cayendo de los andamios o son aplastados por los montacargas, gracias a un régimen de flexibilidad laboral, que es precisamente la joya más preciada del plan menemo-duhaldo-aliancista.
Pero en este régimen de miseria y de sangre que es un ejemplo que el mundo querría imitar, esto según sus defensores, no todas son lágrimas. No lloran los que robaron con el contrabando de armas, ni con las cometas de los amigos de De la Rúa y del gobierno aliancista de la ciudad capital, ni con los desfalcos de Angeloz o Masaccessi, ni con la estafa de IBM-Banco Nación. El Chacho Alvarez denuncia a su compinche político pero no renuncia a asociarse con él para llegar a como sea al gobierno y a los dineros del Tesoro nacional. Salvo que esté pensando, además, en hacer una Alianza también con Cavallo.
La patronal argentina y sus políticos no tienen una salida para el pueblo. Los diarios nos cuentan ahora que Pérez Companc banca a Patti para meter más represión. Pero Patti apoya a Duhalde, a quien también apoya Oscar Vicente, el mandamás del pulpo Pérez Companc. Techint, la caja principal de la Alianza, el mismo pulpo que largó la consigna del co-gobierno Menem-Alianza que el Chacho Alvarez hizo suya; ese pulpo despide compañeros sin que el chachista manifieste, en este caso, la indignación que finge contra De la Rúa.
No puede sorprender entonces que la Alianza caiga en la intención de votos.
Tampoco debería sorprender que Duhalde no suba.
Es la hora de una alternativa política de la clase obrera, aunque los dirigentes sindicales la entiendan de otra manera y se afanen para que Duhalde o la Alianza les meta alguno de ellos en sus listas. Pero es, precisamente, porque la burocracia de los sindicatos actúa de esta manera que el porvenir de éstos exige una estrategia de independencia política, o sea de romper con los partidos patronales y construir un partido obrero o de los trabajadores.
La crisis mundial acelera los ritmos. Pero ni ella ni nada tienen la capacidad de suplantar la acción conciente de los luchadores a la hora de ofrecer una salida para las masas explotadas.
El Partido Obrero acelera su movilización para que los activistas y las organizaciones que luchan asuman la iniciativa de convocar a un Plenario Obrero Nacional que desarrolle la alternativa independiente que reclama el momento histórico.