Menem entrega Malvinas, a cambio de la re-reeleccion
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El reconocimiento de la soberanía inglesa de Malvinas forma una parte central de la política rereeleccionista. Menem pretende con ello conquistar un apoyo decisivo de parte del imperialismo anglo-yanqui. Esta capitulación será presentada al pueblo argentino como la obtención de una “soberanía compartida”, que será abusivamente explotada en la campaña electoral.
Además de las reuniones secretas en Suiza para preparar los acuerdos que deberán ser firmados cuando Menem visite Londres en noviembre próximo, acaba de informarse que Argentina y Gran Bretaña coincidieron en llamar a una “licitación coordinada” para la “exploración y explotación de petróleo en la zona marítima en disputa” {La Nación, 22/3). “En la Argentina y en el Reino Unido se pondrán a la venta, al mismo tiempo, pliegos que ofrecerán el 50 por ciento de cada uno de los seis bloques delimitados en la llamada zona de cooperación”.
“Es un mecanismo de relojería”, se asombra La Nación, porque exige que el mismo consorcio gane por separado en la licitación ‘argentina’ y en la ‘británica’, o en el caso de que no sea así, que los ganadores respectivos se asocien después de la licitación.
La “licitación coordinada” obliga también a cada país a resignar la mitad de las regalías que corresponden al total de lo licitado. Para esto deberá reformarse la actual legislación sobre hidrocarburos. Pero en caso de hacerlo así, el Congreso argentino habrá incurrido en una traición a la patria, ya que significaría violar el artículo constitucional que establece que Malvinas y su costa marítima hasta 200 millas son argentinas.
La campaña por la re-reelección deberá contar entonces con la complicidad de los ‘opositores’ a Menem o incurrir en la ira de los pulpos petroleros, como YPF, Shell, Pérez Companc; o en la de los siderúrgicos y constructores, como Techint y Macri, que pretenden ganar los contratos de instalación de tuberías y oleoductos.
Existe el antecedente de las licitaciones en zona ocupada por los ingleses, en la que éstos resignaron tres puntos de las regalías en favor de Argentina a cambio de que ésta no desafíe jurídicamente las concesiones. El proyecto de ley que Menem envió al Congreso para autorizar este cobro aún no fue tratado.
La campaña re-reeleccionista entraña una amplia conspiración, incluso de alcance internacional, que supone la violación de la soberanía del país y de la Constitución Nacional.