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7/11/2007|779

Para Ibarra, el subte no es insalubre

Desde que vetó la ley de las seis horas en el subte, el gobierno de Ibarra viene asegurando que sería “inminente” un dictamen de insalubridad por parte del Ejecutivo de la Ciudad, al menos para “ciertas áreas” de trabajo en el subte. El argumento es repetido por funcionarios y legisladores afines a Ibarra. La especie de una “insalubridad inminente” ha sido repetida también por la burocracia de Uta.


Sin embargo, en una entrevista realizada en Periodistas, Ibarra explica a Majul y a Zlotowiazda cómo entiende que debe tratarse la cuestión de la insalubridad en el subte: “Donde hay ruido, lo que se tiene que hacer es intimar a la empresa para que no haya ruido, donde falta aire tenemos que intimar para que haya aire, donde falta luz, tenemos que intimar para que haya luz, es decir que se corrija, que sea salubre”.


Se trata, exactamente, del argumento con el cual se le viene negando sistemáticamente la insalubridad a los trabajadores del subte y, en un plano más general, se vienen eliminando todos los regímenes laborales afectados por insalubridad. De acuerdo a esta definición, no existirían actividades estructuralmente insalubres. Este es el mismo argumento que impuso un sistema de “riesgos del trabajo” que, ART mediante, reemplaza las medidas de seguridad laboral por una póliza. Para colmo, la “policía del trabajo” de la Ciudad reúne además a una decena de empleados, sin posibilidades de realizar una efectiva fiscalización.


Las promesas de “insalubridad” de Ibarra no tienen otro propósito que el de disimular su completo alineamiento con Roggio. La alusión a situaciones “puntuales” de ruido o ventilación sólo apuntan a dividir el poderoso movimiento por la reducción horaria. La consigna sigue siendo: ¡Seis horas ya, y para todos los trabajadores del subte!