La UJS,  a mediados de junio de este año, tomó contacto con un compañero de la escuela mediante la venta de Calderas. Los compañeros de la UJS mostraron la necesidad de organizarse para luchar contra la ley federal de educación; de tener un centro; de asistir a las reuniones a las cuales convoca la Coordinadora de Estudiantes Secundarios. 



Así, vinieron a la marcha de la CES al Palacio Pizzurno, y tomaron contacto con un movimiento que presentó los reclamos, y que debió ser escuchado por la ministra de Educación. El núcleo inicial de 3 compañeros es ahora de 10, y está a la orden del día la conformación del centro de estudiantes. Este comité de base ya tiene objetivos: organizar el cuerpo de delegados del colegio; discutir una plataforma de reivindicaciones para asistir al congreso de la UJS; ir a otros colegios y  contribuir a su organización, para intervenir en las luchas por la derogación de la ley federal de educación. 



Del debate con un compañero surgió que el barrio también debía organizarse. Esta es la tarea misma del congreso: organizarse en cada barrio, cada escuela, convertirse en organizadores de desorganizados que, estando en la misma situación, con los mismos problemas, no encuentran la manera de luchar por una salida para la juventud. 



La UJS se dirige a los compañeros que luchan para imponer una salida a la juventud, una organización de masas, un congreso que sea una herramienta para la organización de los estudiantes y el conjunto de los explotados.