Estudiantiles
1/6/1994|420
Sube la marea en el Dorrego de Morón
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Más de 500 manifestantes, entre estudiantes, docentes y padres, recorrieron las calles de Morón el viernes 6 de mayo. La combativa movilización puso de relieve “quién dirige la batuta…” en Colegio Dorrego de Morón, y fue la culminación de una semana de intensa agitación y lucha, donde las asambleas diarias, conjuntas entre estudiantes, padres y profesores, han paralizado a la dirección del Colegio (Vattuone-Celiman) e impedido la aplicación de la Ley Federal de Educación, en lo referido a la fusión o cierre de grados con menos de 25 alumnos.
El terreno de la fusión y cierre de grados (con la consiguiente pérdida de horas cátedra para los docentes —rebaja salarial— o el despido liso y llano) había sido cuidadosamente preparado: exámenes poscriptivos por su alto nivel académico, negativa de inscripción a una parte de los repitentes y finalmente el cierre arbitrario de las vacantes a pesar de las largas colas de estudiantes y padres reclamándolas. Luego de esta secuencia y de la noche a la mañana, el último día de abril la dirección del Colegio anuncia con carácter de “irreversible”, la fusión y cierre de divisiones de ¡4º y 5º año!
Pero para sorpresa de estos liquidadores de la educación pública (sorpresa de la que aún hoy no se han recuperado), el lunes 2 de mayo —día en que debía aplicarse la medida— amaneció con una virtual “huelga estudiantil”, convocada por el Centro de Estudiantes y apoyada masivamente por los cuatro turnos y padres. Ese día no entró nadie al colegio de ninguno de los cuatro turnos y una tumultuosa, masiva y combativa asamblea conjunta por la noche resolvió rechazar sin más, el anuncio de la dirección del Colegio, imponer el ingreso de los alumnos, junto a sus padres, a sus respectivas divisiones ignorando el intento de fusión y cierre. Declarar al Colegio en estado de asamblea permanente (hubo asambleas todos los días) y preparar un curso de movilización y denuncia pública. La firmeza y resolución de las asambleas logró imponerle una derrota a la dirección y al Gobierno de Duhalde; la fusión no pasó y el movimiento sigue en ascenso.
Las asambleas conjuntas y la movilización se han revelado como la herramienta adecuada para derrotar la política de destrucción de la educación pública y al mismo tiempo han servido para ayudar a superar los “límites” que ha ido encontrando el movimiento de lucha en el Dorrego, para hacerlo empalmar con la lucha generalizada de los trabajadores y explotados contra el gobierno Menem-Cavallo.
La U.J.S. y el P.O. han estado y están paso a paso en este movimiento con declaraciones públicas y a través de sus intervenciones en las asambleas, siendo un factor objetivo de organización y dirección de la lucha. Continuar organizando la resistencia del Manuel Dorrego y coordinar los procesos de lucha existentes se ha convertido en la consigna para retomar la lucha por enterrar la ley federal de educación.
9/5/94