Movimiento piquetero
5/8/2004|862
Termap es el camino

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Hasta este momento, las empresas petroleras se niegan a recibir a los 115 trabajadores que ocupan Termap (Terminales Marítimas Patagónicas, estación de despacho del petróleo extraído en la zona), pidiendo puestos de trabajo. Los consideran “ocupantes ilegales que se valen de maniobras extorsivas” (Tiempo Sur, Santa Cruz, 2/8).
Sin embargo, como lo explican los propios trabajadores: “Ellos no quieren dar el trabajo, el petróleo es nuestro, la riqueza está en Santa Cruz, ¿por qué tenemos que hacer esto para que nos den un puesto en el petróleo?” (Crónica, Comodoro, 28/7).
El mecanismo capitalista que produce la desocupación es muy claro. Mientras el índice de obreros ocupados, que elabora el Indec, tiene “exactamente el mismo (nivel) que en el primer trimestre de 2001”, las horas trabajadas “muestran un impresionante crecimiento del 7,3 por ciento en el úlimo trimestre y 10 por ciento interanual” (Página/12, 20/7).
La superexplotación y la desocupación van de la mano. Hay que enfrentarlas a las dos.
La jomada laboral en la Argentina supera las 2.000 horas (informe de la OIT), “una de las más extensas del mundo occidental”. El promedio incluye las horas extras que, en una proporción que el Ministerio de Trabajo considera “alta”, no se pagan. Repsol y otras empresas han impuesto una virtual jomada de 12 horas. El salario promedio del trabajador argentino en dólares, además, que es como se mide el ingreso de las petroleras, es entre cinco y diez veces inferior al europeo o estadounidense. La “calidad’’ de la reactivación en curso se manifiesta en que “el empleo se crea más fácilmente (que antes), pero se destruye rápido” (Ministerio de Trabajo, sobre Encuesta Permanente de Hogares, La Nación, 19/6). Las dos terceras partes del empleo creado desde la devaluación es en negro.
Los trabajadores que ocupan Termap están librando una lucha estratégica. Los piquetes de los trabajadores han arrancado 1.209 puestos de trabajo a las petroleras en Santa Cruz, puestos de trabajo que sin la acción de la clase obrera no se habrían obtenido jamás.
Las conclusiones de Caleta Olivia son que hay que luchar por el reparto de horas de trabajo y por el control obrero de los ritmos de producción.
Movilicémonos por el desprocesa miento a los luchadores que, en Santa Cruz, afecta a los anteriores ocupantes de Termap y a numerosos dirigentes y activistas docentes.