Luego del paréntesis motivado por el congreso nacional de la UOM, el  14 pasado se retomó la movilización de los miércoles de los metalúrgicos de la Matanza. Se reunieron alrededor de 500 compañeros, que marcharon desde la seccional UOM La Matanza hasta la fábrica Klia, ocupada por su personal desde hace más de un mes.



Esta nueva movilización fue el marco de un paso muy importante en la conquista de las reivindicaciones de los trabajadores de Klia. La patronal se comprometió a pagar parte de lo adeudado a los trabajadores y a retomar la actividad desde el día siguiente, reparando tres máquinas viales del municipio de La Matanza y haciendo 14 máquinas ya requeridas con anterioridad al conflicto por la gobernación de la provincia.



Es un secreto de dónde sacó la patronal —tantas veces declarada en crisis— el dinero para hacer frente a la deuda con el personal y a la compra de insumos para retomar la producción. Lo que no es un secreto es qué fue lo que lo hizo aparecer. Ni más ni menos que la ocupación sin cuartel realizada por los compañeros de la planta, que se mantuvieron por tantos días con su olla y denunciando con banderas en las rejas externas de la planta, la estafa patronal.



Ahora, falta consolidar este primer triunfo en el cobro integral de la deuda y el pago normal de los salarios a los trabajadores, reproduciendo este procedimiento en todas las fábricas que se encuentran en conflicto. En un distrito donde las suspensiones son moneda corriente, al igual que los despidos y los atrasos en los pagos, es hora de lanzar un sólido plan de lucha.



El lugar de Klía pasa a ser ocupado ahora por Acindar, sobre la que pende la amenaza de cierre y venta de los terrenos que hoy ocupa. Conforme pasan los días, la versión de la puesta en pie de un ‘parque industrial’  en estos predios, se asemeja más a una argucia de los Acevedo (propietarios) para cotizar sus devaluados galpones y así concretar, de la mano del municipio y la gobernación, un fenomenal negocio inmobiliario, antes de hacer las valijas y emprenderla rumbo a Villa Constitución, dejando un tendal de 600 trabajadores. Claro que esta ‘versión’ no sólo les es propicia a los patrones. La participación en estas negociaciones del ‘gordo’ Abeqqia (miembro de la Comisión Directiva de la UOM Matanza y funcionario del municipio al frente de la Secretaría de la Industria) le permite aparecer a la directiva como gestora de este supuesto parque, esgrimiéndolo como prenda cautiva frente a las próximas elecciones del gremio.



Antes del hipotético paraíso para los trabajadores metalúrgicos de la Matanza, está enfrentar el infierno de la superexplotación, rebaja salarial y vaciamiento actuales. Esa es la única garantía de que exista cualquier futuro para cualquier gremio.



Este primer resultado de la movilización señala, sin  lugar a dudas dónde está el rumbo que debe seguir la lucha de conjunto de los metalúrgicos; es ahí, y no en las gestiones burocráticas en los organismos del Estado, que se obtendrán las reivindicaciones largamentes ansiadas.



Se impone la convocatoria de una asamblea general de los metalúrgicos de La Matanza para organizar un plan de lucha por:



    * Ningún despido o suspensión. Ocupación de toda empresa que despida o cierre. Por la vigencia del convenio colectivo de trabajo.

    * Abajo los decretos anti-salariales del gobierno. Paro activo de 36 hs., con movilización a Plaza de Mayo hasta su derogación.

    * Salario igual a la canasta familiar. Paritaria única de la UOM, con paritarios elegidos en asamblea.

    * Por un plan de lucha de toda La Matanza en apoyo a todas las fábricas en conflicto.