Internacionales
21/9/2022
Brasil: paro nacional de trabajadores de la salud contra derogación del aumento salarial
Corte Suprema “democrática” pero antiobrera

Seguir
Las enfermeras cuestionan la resolución de la Corte Suprema
Los trabajadores de la salud han decretado un paro nacional de 24 horas para este 21 de septiembre que puede abarcar a unos 2 millones de compañeros. Rechazan la resolución de la Corte Suprema (Supremo Tribunal Federal, STF) que suspende la aplicación de una ley que establece un piso mínimo salarial. Y piden la plena vigencia de la ley del salario mínimo para enfermería. Y, habría que agregar, el pago retroactivo al 5 de agosto.
Los trabajadores de enfermería, técnicos, auxiliares y parteras son de los más explotados en el sistema hospitalario brasilero. Son los que estuvieron en la “primera línea” de la lucha contra la pandemia. El Covid se llevó casi 700 mil víctimas en Brasil. Un sector muy castigado fue el de los trabajadores de salud. De más de 1.500 enfermeros y auxiliares muertos por la pandemia a nivel mundial, un tercio lo fueron en Brasil. Un factor esencial de esta catástrofe laboral fue la falta de equipos de protección. Y cuando empezaron a llegar eran de mala calidad. Otro central, fue el agotamiento de los trabajadores de la salud con jornadas extenuantes de trabajo, lo que facilitaba la baja de defensas y la infección. Solo en 2020 fueron retirados 45 mil enfermeros por contagio. No solo eran superexplotados y ponían en riesgo su salud y su vida y la de sus familias, sino que eran mal retribuidos y sus salarios estaban congelados.
Después de numerosos reclamos, el parlamento votó en mayo último una ley que fijaba un “piso” mínimo salarial que entraba en vigencia a partir del 5 de agosto. Para los enfermeros, el piso esperado es de 4.750 reales R$ (900 dólares). Para técnicos, el valor corresponde al 70% del piso (R$ 3.325, unos 665 dólares); mientras que los auxiliares y parteras tendrán derecho al 50% (R$ 2.375, unos 475 dólares).
Pero… diversas entidades patronales y gubernamentales apelaron la ley ante el Supremo Tribunal (STF). Como la salud pública está descentralizada en Brasil, dependiendo los hospitales de las provincias y hasta de los municipios, estos han argüido que no saben si sus presupuestos podrán cumplir con el pago de estos salarios de base mínimos nacionales, porque los ingresos regionales son diferenciados. Han presentado “recursos de amparo” y el STF les ha dado “provisionalmente” la razón: la aplicación de la ley ha sido suspendida. Los trabajadores de la salud no cobrarán el piso mínimo hasta que el parlamento no legisle de dónde saldrán los fondos para financiar estos aumentos.
Un criterio clasista explotador: reconoce eventualmente la justeza del reclamo salarial de los trabajadores de la salud, pero… hay que ver si el gobierno y los patrones lo pueden pagar. Es el argumento usado en la larga historia del movimiento obrero por las burguesías reaccionarias para negar los reclamos y conquistas de los trabajadores (las 8 horas de trabajo, el aguinaldo, etc.).
Un senador del partido de Lula (PT) declaró su “pesar” por la decisión del Supremo Tribunal que posterga la conquista del salario mínimo para los enfermeros, pero “respeta” la decisión de la mayoría del STF. Propone acuerdos comunes en el parlamento para acatar la votación de la Corte. Es de destacar que la decisión antiobrera fue adoptada por mayoría, con los votos en contra de jueces nominados por Bolsonaro, que sabiendo que iban a perder votaron en contra.
El PT, la centroizquierda e incluso sectores de la izquierda vienen saludando la “independencia” de la Corte frente a los otros poderes. Los ataques de Bolsonaro contra el sistema de votación electrónica electoral han sido desechados por el máximo tribunal, lo que ha sido reivindicado como una muestra de “espíritu republicano y democrático”.
Ahora el Tribunal ha adoptado esta impugnación “constitucional” al salario mínimo para los trabajadores de enfermería. En el fondo pretende no solo anular el aumento, sino que NO haya un piso nacional. Que los salarios de la salud sigan divididos por distrito: nada de unificarlos nacionalmente, impidiendo la centralización de los reclamos y luchas de los trabajadores.
Resignadamente, en el parlamento se empezará a discutir de dónde van a salir los fondos. Unos proponen una redistribución del presupuesto para la salud, utilizando, por ejemplo, los fondos destinados a afrontar el Covid ante la baja de pandemia (desvestir un santo para vestir otro); otros diputados plantean colocar un impuesto sobre los juegos de azar (que el vicio pague el salario de la salud); etc.
A la vanguardia
Con su decisión de parar, los trabajadores de la salud se colocan a la vanguardia de la lucha contra los “ajustes” gubernamentales para defender las “conquistas” antiobreras impuestas por Temer y Bolsonaro.
La Corte Suprema de Brasil se coloca como una trinchera reaccionaria ante la probable ascensión al gobierno –en las elecciones de octubre- de Lula y el Frente Popular y cualquier intento de anular las antiobreras leyes de reforma laboral y previsional. Lula ya ha declarado que no piensa anular la negrera reforma laboral, sino consensuar con las cámaras patronales su aplicación un poco más moderada. Y, por supuesto, acatar las resoluciones reaccionarias del Supremo Tribunal, como acató la votación del Senado que dio un golpe destituyendo a la presidenta del PT Dilma Rousseff, abriendo el camino para la asunción de Bolsonaro.
Hay organizaciones de la izquierda que, conscientes de esta perspectiva, plantean, apoyando el paro del 21 de enfermería y el voto al frente popular de conciliación de clases, que “toda movilización en este momento de la campaña electoral sirve para fortalecer la voz de los trabajadores de cara al próximo gobierno electo. Si triunfa, Lula deberá escuchar las demandas de los profesionales de la salud, que luchan por condiciones de trabajo que garanticen servicios de calidad para la población”.
¿Lula deberá escuchar?
Ya ha declarado anticipadamente que escuchará a las centrales empresarias (FIESP, etc.) con las cuales piensa cogobernar y defender el “orden democrático” explotador, contra el “caos” de las luchas obreras y de masas, que le harían el juego a las provocaciones de la derecha fascista.
Si triunfan los trabajadores de la salud, será un fuerte antecedente para encarar también la lucha por “pisos mínimos” para trabajadores estatales.
Por la nacionalización integral de todo el sistema de salud.
Plena independencia de los trabajadores del frente popular antes, durante y después de las elecciones.
https://www.prensaobrera.com/internacionales/brasil-campana-electoral-desmovilizadora-del-pt-y-su-frente-popular