“Me llamó la atención la libertad y el respeto en las discusiones”
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“Confieso que fui al Congreso del movimiento obrero y la izquierda con muchas prevenciones y hasta con temor, pero estuvo muy, pero muy bueno”, dice L., enfermera del Hospital Alvarez, luchadora por las seis horas para enfermería y elegida delegada al Congreso por sus compañeros. Ahora hace su balance de aquella jornada en el Luna Park delante de una decena de enfermeras y enfermeros de su hospital.
-¿Por qué esas prevenciones y temores?
-Porque, aunque desde hace tiempo acompaño la actividad del Partido Obrero por las seis horas para enfermería, yo tenía los prejuicios que trasmiten sobre el PO: que son los que arman quilombo.
-Ya viste: somos organizadores de la lucha, no del quilombo. Sentimos mucho desprecio por los que “arman quilombo”.
-Sí, sí. Eso lo vimos en el Congreso (fui con otra compañera). Me llamó muchísimo la atención el orden que había, a pesar de la enorme cantidad de gente. El respeto de todos, la libertad para hablar, para plantear los problemas de cada sector, los debates, la forma de buscar las soluciones. Me llamó también la atención la gran solidaridad, los fondos de huelga, todo eso. El gran entusiasmo, los gritos, los cantos, pero siempre en orden y con muchísimo respeto.
Como en el caso de la compañera L., para muchos trabajadores la izquierda revolucionaria empieza a ser un sorprendente descubrimiento. Al mismo tiempo, ella y sus compañeras sostienen e incrementan la organización de la lucha por las seis horas para enfermería, concientes de que ese logro será un primer paso hacia una profunda reforma progresiva en el sistema de salud de la Ciudad.