Apemia denuncia al Estado de Israel

Gabriel Soria (18/7) crítica la constitución de la Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la Amia (Apemia) y distingue entre “el caso de la Amia” que, a pesar de ser una organización dirigida por el sionismo, “abarca a capas de la población judía no involucradas con las masacres del Estado de Israel, y el caso de la Embajada, donde las víctimas (salvo algún caso accidental) son los carniceros de las masas palestinas”.


Pero el atentado a la Embajada Israelí en 1992, no se trató de una represalia selectiva contra verdugos de los palestinos, sino de una matanza indiscriminada e incluso una represalia política dentro de Argentina. Fue un ajuste de cuentas mafioso, entre aparatos estatales, entre los que estaba involucrado el gobierno menemista. Por otro lado, “el carácter opresor del sionismo no absuelve a ningún otro Estado opresor del Medio Oriente” que podría estar involucrado en el atentado, haciendo de la Argentina un campo para dirimir sus diferencias mafiosas y antipopulares. No fue una acción del pueblo palestino, ni fue reivindicado de esta manera. Su encubrimiento ayudó a la sobrevivencia del régimen menemista, y abrió el camino al atentado contra la Amia.


Es significativo que el Estado sionista y el imperialismo, con sus “eficientes” servicios (Mossad, CIA), no hayan esclarecido ni el atentado de la Embajada, ni el de la Amia. Apemia denuncia al Estado argentino como “conexión local” de los terroristas.


Pero Apemia denuncia también al Estado de Israel y a sus representantes. En su discurso del 18 de julio en Plaza de Mayo, Laura Ginsberg destacó que en la gran manifestación de repudio (1994) al atentado de la Amia, “el ex presidente Menem no pudo hablar; sólo pudieron hablar sus cómplices de la Daia y de la Embajada de Israel”. Reclamó abiertamente “sentar en el banquillo a los verdaderos responsables y a sus cómplices internacionales: los Menem, De la Rúa, Rodríguez Saá y Duhalde, de la mano de estados como Brasil, Estados Unidos e Israel, entre otros, que intervinieron a través de sus servicios secretos”.


Bienvenido que los familiares y ciudadanos que se han nucleado en Apemia unan su reclamo por el esclarecimiento de las masacres de la Amia y la Embajada y por el castigo a sus ejecutores, con la gran lucha nacional para terminar con este régimen criminal de miseria y entrega, para “que se vayan todos”. Y que lo hagan no sólo de palabra sino convergiendo con las expresiones de lucha más revolucionarias de nuestros pueblo: los piqueteros y las Asambleas Populares.