Correo de lectores
21/11/1996|520
“Balance de una desocupada”
Seguir
Hace algunos años, salí en busca de mi primer puesto de trabajo, el que la sociedad debía de tener reservado para mí.
Era una adolescente que apenas dejaba la escuela primaria, sin experiencia y con mucho miedo; sólo me daba seguridad y protección mi madre, que me acompañaba recorriendo posibles puestos de trabajo.
Falta muy poco para que cambie el siglo, avanza la tecnología y otra vez, como se dice vulgarmente, debo salir a “patear la calle” en busca de trabajo; ya no soy una adolescente y no me acompaña mi madre, cuento con la experiencia que da la vida a través de los años y debo enfrentarme a la “situación de desastre” a que ha sido llevada la clase trabajadora por el gobierno capitalista y la burocracia sindical traidora, sumiéndola en el desamparo y la miseria.
El capitalismo beneficia a las grandes empresas, reducen los salarios, fugan capitales, incrementan la flexibilización laboral con toda clase de atropellos hacia los trabajadores, destruyen la educación y la salud y aumentan el sufrimiento y las carencias de los trabajadores. El menemismo nos dice que de esta forma… “generan más puestos de trabajo”, ya que se reducen los costos laborales, “una gran mentira”: la desocupación seguirá creciendo y los únicos que perdemos somos los trabajadores…
El gobierno capitalista rescata a los bancos en quiebra, paga la deuda externa… y en muchos barrios obreros (Budge, Fiorito, V. Lamadrid) los trabajadores ven avanzar la tuberculosis, el cólera, la meningitis, etc. (enfermedades de la pobreza), y el hambre entre sus familiares.
La vida de todo trabajador es un calvario, con el aumento del transporte y de los servicios (luz, gas, etc.) y todo lo que ello trae aparejado, y nos quieren distraer la mente con la podredumbre del caso Cóppola, que no hace más que poner al descubierto la corrupción del gobierno y la impunidad que beneficia a “ricos y famosos”.
La diferencia de clases cada vez es más grande; tiene que nacer una nueva y consecuente dirección para las luchas obreras, y así poder “frenar” este brutal ataque a los trabajadores, buscando una independencia política, porque la burocracia sindical (CGT-CTA-MTA) sigue ‘deshojando la margarita’, dejando el camino libre para el avance capitalista y el aniquilamiento obrero… los trabajadores ya no contamos con el derecho a tener un puesto de trabajo, ése que la sociedad “debe tener” para cada uno de nosotros, porque una gran parte de la dignidad del hombre y su familia depende de él.