Carta abierta a los militantes radicales

Villa Tesei, marzo de 1994


Una nueva traición de nuestros dirigentes, nos quiere llevar a ser cómplices del Pacto Menem-Alfonsín, ya sufrimos muchas otras como la ley de obediencia debida, el punto final, etc., que sabemos bien, mu­chos militantes aún hoy no hemos podido digerir.


Cuando nos afiliamos al partido lo hicimos por la lucha por la democra­cia, por la defensa de las libertades individuales, por la causa de los des­poseídos, por la democracia partidaria: ¿pero cuántas veces las bases fuimos convocadas para debatir y participar?, como por ejemplo en el caso del Pacto; nada es casual, pues la mayoría de los afiliados y militan­tes habrían dicho NO.


Con la firma del Pacto para acor­dar la Asamblea Constituyente llego a la conclusión que nuestros diri­gentes no están con nosotros, con los militantes trabajadores, estu­diantes, sino que están aunando es­fuerzos con los que nos hambrean, nos quitan la educación, la salud, con los que entregaron el patrimonio nacional, cuyas cabezas más visi­bles son Menem y Cavallo, pero junto con ellos están los Macri y Cia, y toda la burguesía reaccionaria que sabe que se te va acabando la hora del poder y pretende mantenerlo buscando figuras que puedan ayu­darla a estrangular las luchas de los trabajadores contra este pian ne­fasto.


Estimados correligionarios, este Pacto me ha llevado a pensar y re­pensar llegando a una triste conclu­sión, difícil de aceptar, dura pero concreta y es que no puedo o no podemos criticar a nuestros dirigen­tes porque actúan de mala fe, porque si bien traicionan en su accionar los intereses de los trabajadores, son fieles a sí mismos y al partido que dirigen; ellos defienden sus intere­ses, son fieles a sus intereses y a los de la UCR, que son tos principios de la burguesía “democrática”.


Debo ser honesta y en mi autocrí­tica reconocer que me equivoqué, como tal vez les haya sucedido a muchos de ustedes. ¿Por qué me equivoqué?, porque el radicalismo defiende la “democracia” enmar­cada en la defensa del Estado bur­gués capitalista, socio del imperia­lismo que en ningún momento se va a traicionar a sí mismo, desarrollan do una política que tienda a destruir el régimen de explotación que muy bien ayuda a fortalecer.


Nosotros, los militantes, no podemos ser cómplices de esta traición al pueblo, a las masas trabajadoras, no podemos  colaborar con la burguesía opresora en su intento de ampliar las bases políticas del régimen mene- mista para hacer frente a la crisis del plan Cavallo y de impedir el empuje de las masas trabajadoras que han empezado a movilizarse (Santiago del Estero, etc.); no podemos colabo­rar en esta Constituyente a reforzar a este gobierno privatizador que des­carga toda su ofensiva contra los trabajadores y sus conquistas históri­cas como lo hacen sus “opositores “como el Frente Grande, nuestro partido y otros, no podemos ser cóm­plices de esta Constituyente cuya finalidad esencial es sancionar la re­forma laboral plasmando en ésta la esclavitud capitalista más siniestra.


Por todo lo expuesto, correligio­narios, considero que debemos su­marnos a aquéllos que consecuente­mente han luchado por la dignidad de la clase obrera y de los trabajadores en su conjunto. ¿Quiénes son ellos?: el Frente de Izquierda (FIS) y en particular el Partido Obrero que plan­tean:


NO a la “reforma laboral”. Jomada de 8 horas. Defensa de los Convenios Colectivos.


Separación de la Iglesia del Estado. Enseñanza única, estatal y científica.


Vigencia de los derechos de la mujer: A igual trabajo igual salario, guarderías en los lugares de trabajo. Derecho al aborto.


Salarios y jubilación mínimos iguales ai costo de la canasta familiar (1.000 pesos).


Independencia nacional y uni­dad latinoamericana. Cese del pago de la deuda extema Renacionaliza­ción de las empresas entregadas. Control obrero. Unión internacional de los trabajadores.


Independencia política de los trabajadores. Fuera la burocracia patronal de los sindicatos. Congreso de delegados de base. Asambleas populares. Campaña por un Paro General.


Correligionario, no seas cómplice de tu destrucción y de la del resto de los trabajadores, trabajemos con los militantes del FIS en esta campaña para esclarecer y denunciar el Pacto Traidor y apoyemos el 10 de abril con nuestro voto a los candidatos que el FIS lleva a la Constituyente: también creo que si nos consideramos militantes del campo popular, debemos participar para formar el Partido de los Trabajadores, que es la única herramienta que nos puede garanti­zar la dignidad como personas y como pueblo.


Los saluda con un fraternal abrazo.