Carta abierta al Gran pueblo de jubilados y pensionados, salud

Nuestro reconocimiento a los cua­tro millones de compañeros, que en su mayoría votaron por ia continuidad del sistema.


Gracias a ustedes, compañeros, percibiremos en un futuro 20 pesos de aumento a nuestras jugosas y abun­dantes jubilaciones y/o pensiones, que en la actualidad oscilan entre 140y 200 pesos mensuales. Como se verá, el posible aumento será contemplado en los próximos 24 meses de la nueva administración. Presumimos que vuestros familiares y transeúntes de la vía pública estarán muy agradecidos. El tema central y terrorífico sobre una posible devaluación de nuestra mone­da, gracias a ustedes, compañeros, ha quedado descartado. O sea, un peso es igual a un dólar, según lo admitido por nuestra madre patria el FMI; por lo tanto, ante esa paridad cambiaría nuestros acreedores (los almacene­ros, carniceros, verduleros barriales) seguirán otorgándonos créditos, o sea, del primero al diez de cada mes (previo pago del mes anterior) y del día once al treinta de cada mes, los Dioses nos proveerán. Gracias a ustedes, compañeros, el plan económico del Cavallo se cumplirá inexorablemente, por lo tanto seguiremos practicando la mendicidad cotidiana.


En el aspecto del PAMl, “nuestra arca perdida” continuará con sus ciclos oscilatorios más proclives en cuidar las terneras ajenas que prestar ayuda a las vaquetonas y toros del mismo rodeo. Los funcionarios que pilotearon “nuestra arca” plenos de buenas intenciones, una vez instala­dos en “sus despachos comenzaron a practicar el juego pendular del me tien­to, no me tiento… Finalmente, gana el de ´me tiento´”. En fin de carne somos, ¿o no?


Mientras tanto, el plan del Cavallo se va cumpliendo en tiempo y forma. O sea, “liquidación del PAMI por fin de temporada” (…)


A los compañeros jubilados de la región del NOA, que votaron por la continuidad del sistema ponemos en vuestro conocimiento que aquí en Ca­pital Federal nos llegan las malas noti­cias y permaneceremos alertados, por las agresiones y el alborotamiento pro­pulsados por los sindicalistas bullan­gueros del NOA que alteran la privaci­dad pública con sus bombos y megáfo­nos, interrumpiendo el descanso de la siesta mineral pre-colombina de ¡os funcionarios con mondongos bien re­pletos. Esos baguala ros sindicalistas que denuncian (bien afirmados en la verdad) la falta de trabajo, la miseria, el desarraigo familiar, la promiscuidad, el robo de caudales públicos, etcétera


Por último, manifestamos que (os pocos compañeros que no votamos por la continuidad del sistema, tendría­mos que hacer una catarsis pública de arrepentimiento por no haber entendi­do las señales de las mayorías. Pro­metemos realizar una mayor autoconcentración en nuestros propios ombli­gos (como bs practican ustedes, com­pañeros), porque es da ahí que luego se piensa, se habla y se hace todo lo contrario.


Jubilados y pensionados del Congreso unidos en el espanto


A los compañeros del Partido Obrero, con el cariño y respeto de siempre.