Con falsificaciones y mentiras no se construye el socialismo, por lo general no se construye nada

Por los Militantes Independientes por el Socialismo

Ha llegado a nuestras manos el ejemplar de Prensa Obrera del 10 de noviembre en curso, que en su página 10, con la firma de Felipe L., se publica una noticia: “Militantes socialistas se van al Frente Grande”.

 

Y con sorpresa descubrimos que los militantes socialistas que se van al Frente Grande, somos nosotros.

 

Es a todas luces evidente que el camarada Felipe L. y quizás la dirección del Partido Obrero discrepan con nuestras conclusiones.

 

Pero una cosa es discrepar y otra cosa es falsificar y mentir. Honda preocupación nos produce la persistencia en camaradas de métodos extraídos del arsenal stalinista. Desde la oposición de izquierda hasta hoy, los marxistas revolucionarios sistemáticamente fuimos combatidos mediante la falsificación de nuestro pensamiento y mintiendo sobre nuestra práctica. Es preocupante que a esta altura de los acontecimientos haya camaradas que persistan en tales métodos.

 

¿De dónde extrae el camarada Felipe L. que planteamos “la inviabilidad del FIT y la necesidad de marchar hacia el Frente Grande”?

 

No es esta la ocasión ni es nuestro interés rebatir tales puntos de vista. Nos remitimos a nuestras posiciones debidamente documentadas contenidas en Cuadernos de Debate  nº 2 sobre “Contribución al debate sobre el programa de izquierda en la actual coyuntura”, del 3/7/93, y “Nuevamente sobre el programa de las izquierdas” del 19/7/93 y en los artículos del 24/8/93 “Organizar la resistencia contra la ofensiva” o en el reportaje a Ricardo Zambrano publicado en Bandera Roja de la Lsr de fecha 21/9/93, o en nuestro documento de fecha 16/10/93 “Algunos elementos sobre el reciente resultado electoral” y con respecto a la flexibilización laboral de fecha 8/5/93, titulado “Para avanzar al siglo XXI retrocedemos dos siglos atrás”. Los camaradas que lo deseen podrán constatar nuestras posiciones en dichos documentos y extraer sus propias conclusiones.

 

Nos preocupan las falsificaciones y las mentiras en el debate, no en cuanto nos concierne, sino en tanto distorsiona el debate y distrae la atención de los problemas fundamentales. Además de ello, lesiona la credibilidad de vuestro periódico. Si se constata la falsificación y la mentira con respecto a militantes del Frente, qué razones tendríamos para atribuir veracidad a otras afirmaciones sobre otras corrientes del pensamiento. Nos asistiría razón para dudar de todas vuestras afirmaciones. Esperamos una pronta y clara rectificación o al menos la publicación de esta nota como respeto al derecho de réplica.

 

En vísperas de vuestro VIº Congreso creemos imprescindible abrir algunos interrogantes:

 

¿Todo lo que se hizo desde la constitución del FIT es correcto? ¿Nada debemos modificar a la luz de los resultados y al menos ajustar la puntería? ¿Los resultados electorales se compadecen con la valoración que hicimos sobre la situación política de la clase dominante y el nivel de conciencia y organización de los sectores oprimidos y explotados de la sociedad? ¿El programa de los 23 puntos se corresponde al período de transición en curso? ¿El FIT ha logrado superar la atomización de las organizaciones marxistas y revolucionarias? ¿En caso negativo, por qué? ¿El FIT ha logrado despertar interés y agrupar a los sectores de los movimientos socio-político-culturales autónomos? ¿El FIT ha abierto un debate profundo sobre las necesidades de esta época de transición? ¿Ha logrado el FIT avanzar en la auto-organización de los sectores explotados y oprimidos? ¿Hay algo para corregir o se trata simplemente de persistir en la política ya implementada?

 

Estos y muchos otros interrogantes deben ser debatidos y deben concitar nuestra preocupación.

 

Queremos concluir con una reflexión. La gravedad de la fase histórica que debemos transitar nos impone la necesidad de agrupar las fuerzas que luchan por el socialismo para responder con perspectiva de éxito el desafío de la hora.

 

No vemos cómo habremos de agrupar tales fuerzas si la menor diferencia política, programática o teórica nos lleva a considerar como enemigos o desertores a nuestros aliados. No vemos cómo se alienta la crítica constructiva —única forma de ser leales al marxismo— si ante la menor diferencia nos atribuimos el derecho de calificar conductas, propósitos u objetivos como contrarios a los intereses de clase.

 

Expresamos nuestro pensamiento sin reservas y sin complacencias. No esperamos que nuestras posiciones sean adoptadas, aspiramos sí que sean discutidas. Aspiramos a que en el FIT puedan convivir corrientes o tendencias con divergencias y que tales divergencias sean respetadas. Aspiramos al respeto a la pluralidad de tendencias, tal cual lo sostiene el programa de fundación de nuestro movimiento y como ha sido la práctica inveterada del marxismo revolucionario.

 

Las falsificaciones y mentiras jamás lograron alterar nuestros objetivos y nuestra ética revolucionaria. Nos preocupa sí, que tales prácticas se presentan como obstáculos, a veces insuperables, para lograr que el marxismo revolucionario imponga su autoridad y credibilidad. Invitamos fraternalmente a los camaradas a superar estas prácticas que han sido y son tan dañinas para el desarrollo de la conciencia y autoorganización de explotados y oprimidos. A ellos nos debemos y recordamos, a decir de Marx, que la verdad es siempre revolucionaria.

 

Buenos Aires, 21/11/93