Correo de lectores
18/12/2003|830
"Contra el enroque, por los colores"
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Alumno de Esenin
¿Quién no tuvo alguna vez el anhelo de coronar y convertirse en dama? Bien, hemos cambiado mucho, ahora nuestra aspiración ideal es comernos un rey. Parece imposible, pero las reglas pueden cambiar en el curso de la partida.
Alfil por alfil, después enroque, y ya todo parece en orden otra vez, en el Senado los mismos de siempre. Es fácil cansarse estos días de leer o escuchar noticias de cómo se reacomoda y equilibra esa convivencia burguesa. No quieren hablar de las noticias que sólo se escuchan en la calle, en el barrio o en la fábrica, de cómo los peones de este ajedrez estamos hartos de los sacrificios impuestos por los reyes, y de la complicidad de alfiles y caballos, de los asesinos poderes que utiliza la dama. Peones negros y blancos nos estamos uniendo, los vamos a echar de este y de todos los tableros, y les vamos a quitar las torres para construir nuestro propio juego.
El próximo 20 de diciembre, los comedores piqueteros, los centros de estudiantes combativos, las fábricas recuperadas y los sindicatos clasistas, les vamos a mostrar que, día a día, se va haciendo realidad cotidiana este sueño de un juego que tendrá un solo tablero infinito, de casillas sin tonos ni límites, donde ya no existan peones negros o blancos (mucho menos reyes, damas, caballos o alfiles), cuando no necesitemos más las torres, y los peones seamos amarillos, violetas, verdes y de todos los posibles colores que permite ver la lámpara de este velador.