Correo de lectores

Polémica-Debate: Ir a Villa Martelli: “¿es ésta una forma de luchar?”

William Morris, 19/12/88

Señor Jorge Altamira

Soy madre de un militante del Partido Obrero, que desde semana santa cuando vi aparecer en televisión al señor Gregorio Flores llamando a la población a marchar a Campo de Mayo estuve en contra de esa posición, porque dentro de los cuarteles están los genocidas y considero un autosuicidio ir a regalarle a los asesinos valiosas vidas. En esa oportunidad con mi esposo alertamos a nuestro hijo que podía ocurrir lo que finalmente pasó el trágico 4 de diciembre en Martelli.

La ley de obediencia debida fue la amnistía para todos los asesinos. De qué nos sirve que Videla, Massera y Agosti estén en jaula de oro si los genocidas están libres maltratando soldados en los cuarteles, cobrando buenos sueldos con sus correspondientes ascensos. ¿Se sabrá alguna vez quién mató a Rogelio Rodríguez y a ese pobre chico de 18 años? No, sus asesinos están libres y lo seguirán estando, por eso considero un trágico error llamar o llevar a la gente a la puerta de los cuarteles sabiendo que detrás de esos portones están los asesinos de los treinta mil desaparecidos, que cometieron un genocidio, están libres y dicen que fue una guerra, que ellos no la buscaron ni quisieron. Es muy probable que tarde o temprano los carapintadas vuelvan a hacer su carnaval, entonces cuando maten cientos de personas en la puerta del cuartel lo van a justificar diciendo que lo hicieron porque los fueron a molestar e insultar, total ellos saben que seguirán impunes. En su plataforma de reivindicaciones el PO habla nuevamente de marchar a los cuarteles. La dirigencia de toda la izquierda debe reflexionar para no seguir cayendo en trágicos errores; el más grave de ellos lo cometió el ERP cuando quiso copar el Regimiento Viejo Bueno, luego se encerró en los montes tucumanos y llamó a la oficialidad del ejército a enfrentarse a ellos sin los soldados. No quedó uno vivo para contarlo. En las últimas elecciones el PC fue a boicotear un acto de Bussi en Tucumán, resultado: un militante herido de bala agonizó tres meses en un hospital hasta que finalmente murió. ¿Ignoraban los dirigentes del PC que los guardaespaldas de Bussi son asesinos armados dispuestos a disparar en cualquier momento? ¿Tan poco valor a la vida de sus militantes les da la dirigencia de la izquierda o para ella la guerra es linda mientras mueran soldados? ¿Qué ocurriría si mueren los generales? El 5 de diciembre pasado cuando salgo al barrio, el comentario de la gente era el siguiente: “y los locos que fueron a tirarle piedras a los milicos’’; en la fábrica, los compañeros de mi marido decían: “y los que fueron a tirarle piedras a los milicos así, los locos de la izquierda”. Con actitudes como esta lo único que consigue la izquierda es que la gente les tenga miedo, les siga dando la espalda y sigan sacando un cero en las elecciones. En Martelli cayó un luchador junto a una víctima inocente. ¿Es esa una forma de luchar? ¿Ignora la dirigencia de la izquierda que en los cuarteles están los asesinos armados hasta los dientes y que para ellos es un placer fusilar al pueblo? ¿Por qué estas muertes gratuitas?

Llamo a la sensatez de la dirigencia del Partido Obrero para que la gente no les siga teniendo miedo y tomándolos por locos.

Gladys