CORREO DE LECTORES: El 24 de Marzo en Iguazú


Foto: acto del Partido Obrero por el 24 de marzo en Eldorado, Misiones


 


El acto del 24 de Marzo que llevamos a cabo en Iguazú junto con los compañeros, lo realizamos en la plaza San Martín, lugar donde históricamente se llevaron adelante las manifestaciones obreras, en especial la de docentes y los acampes de desocupados en la época menemista. En esa misma plaza, cuando fui Secretaria General de la CTA Iguazú, además de luchar por las reivindicaciones de los trabajadores, emplazamos al pie del mástil una placa con la lista de desaparecidos de Misiones. Actualmente, esa placa de acero inoxidable fue trasladada sin ningún cuidado por el gobierno del intendente Marcelo Sánchez y el ex gobernador Maurice Closs de la Renovación, en una esquina casi invisible. 


 


Por su lado, La Cámpora y otros grupos kirchenristas, resolvieron hacer una especie de fiesta con peloteros y grupos musicales, en el barrio Las Orquídeas, cuya comisión directiva del centro vecinal es renovadora y kirchnerista. 


 


Tengo que denunciar además que en la semana donde se anunciaron las movilizaciones y los actos por la Memoria, Verdad y Justicia, Horacio Spallanzani -actualmente director de  la  Radio Nacional Iguazú, quien fue varias veces concejal de Iguazú y ex diputado provincial de la UCR, se expresó en contra del 24 de Marzo y le negó la palabra a Esteban Matcoski, un viejo militante del PC quien fue víctima del Plan Cóndor secuestrado en Iguazú y llevado al Paraguay donde fue preso y torturado. Spallanzani lo echó de la radio y cerró las puertas del estudio con llave. 


 


Desde nuestra organización repudiamos estos hechos: el director de la Radio Nacional –quien ya fue propietario de otra radio emisora en nuestra localidad junto a su padre que es  también autoridad de la UCR- se monta sobre la campaña de reconciliación con las Fuerzas Armadas y de re instalación de la teoría de los dos demonios, cuestión que amerita el rechazo público. 


 


En la época de la dictadura gobernaba el municipio el interventor Coronel César Luis Corbi, quien desalojó sin previo aviso un barrio en la entrada de Iguazú porque eran gente pobre y brasileños que se habían asentado y organizado un barrio con escuela incluida. El desalojo se llevó a cabo con violencia, con topadoras y policías. Destruyeron las casas y hasta un velatorio fue expulsado y trasladado a Villa Alta –donde mi padre tenía una chacra de plantación para consumo familiar- que en ese tiempo estaba alejado del centro de la ciudad que, según Corbi, debía ser solo del turismo. Esa noche los militares ordenaron a la familia de mi hermana con dos niños pequeños que desalojaran la vivienda –construida por la propia familia- porque allí funcionaría la escuela a partir del día siguiente. Mi hermana y su esposo apenas tuvieron tiempo; en medio de la noche sacaron algunos enseres y a sus niños. 


 


La Escuela 200 del barrio Villa Alta funcionó mucho tiempo en el lugar que fue una vivienda familiar, hasta que el Ejército, usando como mano de obra a los soldados, construyó un edificio como una especie de establecimiento militar. Hace dos años los padres de los alumnos llevaron a cabo una medida de fuerza con toma de la escuela para exigir un nuevo edificio, porque el establecimiento escolar-cuartel está totalmente deteriorado. Es más, el pozo de  agua que aún se utiliza en la escuela fue hecho por mi padre. 


 


Si bien es un hecho que ha ocurrido en mi familia durante el proceso me parece importante mencionarlo, porque no solo marcó la vida de mi familia, sino de toda una parte de la población que hasta el día de hoy tienen que luchar por condiciones dignas de vida que la democracia burguesa no soluciona. 


 


Ramona Romero es docente jubilada y dirigente del Partido Obrero de Iguazú