Crisis mundial y programa

Mauro (La Plata)

Constituye un dato significativo de la situación política y de la campaña electoral en particular, que el Partido Obrero es el único que ha prestado atención al asunto de la crisis mundial que se está desarrollando. Todos los referentes y candidatos del Partido han puesto el acento en este punto, incluso en espacios abiertamente hostiles a nuestra perspectiva y a riesgo de no abordar temas que constituyen la agenda común de la política electoral burguesa.

La Prensa Obrera es ejemplo. En el número anterior, signado por las elecciones en Capital, hubo un importante lugar para analizar la crisis. Incluso le dimos en el clavo con el tema Chile, donde, en las últimas horas, a la gran movilización por la educación pública se ha sumado una impresionante huelga de los mineros del cobre.

Es un dato que merece ser destacado. Porque las crisis del capital, y en particular esta crisis mundial, no sólo expresan el carácter históricamente transitorio del modo de producción capitalista y la necesidad histórica de su superación, sino que son el punto de partida para la intervención de los revolucionarios. El conocimiento objetivo del terreno sobre el cual desenvolvemos nuestra tarea es imprescindible.

El conjunto de los partidos del régimen, o guarda silencio o expresa una mirada pre-científica, burguesa y, en definitiva, apologética del capital. No tienen la mínima noción sobre la realidad del asunto.

Lamentablemente, las organizaciones con las que hemos conformado el Frente de Izquierda no escapan a la regla. O han guardado silencio, o han realizado un seguidismo de la posición del kirchnerismo: (‘todavía’, le agregan) ‘sopla el viento de cola’ en nuestro país. En el mejor de los casos, han tomado formalmente la posición del Partido Obrero, pero metiéndose en un terreno que al momento no logran dilucidar. No se comprende la unidad del movimiento del capital, que es mundial (y por lo tanto, quedan atrapados en su forma, en la apariencia de que un país es o puede ser una isla). No se comprende qué es el capital y las fuerzas que intervienen en su movimiento, lo que empuja a las masas a buscar (y muchas veces encontrar) respuestas, y las que abren un campo de posibilidad para erigir una dirección revolucionaria. Apelan a un subjetivismo abstracto, que no ayuda demasiado a construir una salida real para los explotados. Al contrario, muchas veces profundiza la confusión.

El debate sobre la crisis es clave para la construcción del partido político de los explotados de Argentina y del mundo.