Las consignas del artículo “En tres años, los haberes jubilatorios cayeron 40 puntos frente a la inflación”, son incorrectas.

La nota mencionada finaliza planteando que tal desfasaje (40%) debe ser revertido mediante las siguientes consignas:

Inmediato aumento del 25% en los haberes previsionales.

Jubilación mínima equivalente al costo de la canasta familiar.

82% móvil del salario en actividad.

No al ataque a los regímenes especiales.

No a la privatización de las jubilaciones.

En el caso de 1), eso significa, para el 60% que cobra la mínima ($8.600.-) un aumento de $1.720.- Sin comentarios.

En el caso de 2), y en el otro extremo de la escala, la “canasta familiar” hace años que no se mide (2002), ya que si se hiciese, revelaría el inmenso latrocinio desenvuelto en la última década y media, contra trabajadores y jubilados, pues debería rondar los 50 mil pesos. Basta para comprender el desatino técnico, con observar que la “canasta básica total” (esperpento engañoso que surgió como suplencia de la canasta familiar) no incluye el rubro “alquiler” y hoy es de $24.000.-

Con 3), ya son precisamente tres, las consignas salariales de este listado de cinco, confundiendo aún más las cosas, ya que los jubilados NO están luchando, por lo que en un listado breve, hay que priorizar las más accesibles y acuciantes.

En este sentido, es un error mencionar lo que dice el punto 5), ya que como la propia nota plantea “está en juego la existencia misma del sistema jubilatorio, logrado por las luchas de décadas de los trabajadores”, por lo que se debería alertar más que nada, acerca de la disolución del concepto jubilación, ya que se lo iría “despegando” del salario, y transformarlo en una especie de “Asignación Universal por Viejo”, que ya anunciaron desde el oficialismo, sería del 80% de la mínima ($6.900.-)

La consigna salarial de nuestra agrupación es hoy: haber mínimo YA igual a la canasta de la tercera edad (indexada, hoy en $25 mil).

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