“Denuncio públicamente que mi hijo Facundo, de 17 años, fue apresado, ocultado y apremiado física y psicológicamente en la Jefatura de Policía de Colón, Entre Ríos”

El jueves 1° del corriente, a las 7:15 hs, al salir de nuestro domicilio para dirigirse a la Escuela Normal donde estudia (a 12 cuadras) mi hijo Facundo, de 17 años, fue perseguido por un agente de policía uniformado y motorizado que lo estaba aguardando en el cordón de la vereda de la terminal, para apresarlo. Ya lo habíamos visto, pero sin darle importancia.


Dicho agente lo dejó alejarse algunos metros en su bicicleta, iniciando luego la persecución sin conseguir su objetivo, al refugiarse Facundo en casa de unos amigos a seis cuadras de nuestro domicilio.


Allí lo apresaron y lo trasladaron en un patrullero a la Jefatura de Policía local.


A las 7:45, efectivos de la Jefatura, con orden judicial, realizan un allanamiento de nuestra vivienda (en la calle Paysandú 435), en el cual colaboramos ampliamente, sin hallarse nada anormal, según consta en el acta correspondiente. Previo a retirarse, el oficial a cargo del allanamiento nos solicita que cuando Facundo regrese de la escuela, lo acompañemos hasta la Jefatura para tomarle declaración.


¿Por qué este proceder, si esta persona ya sabía que tenían a Facundo detenido en dicha Jefatura?


Luego de buscarlo en la escuela, donde no había concurrido y preguntar por él a algunos amigos, al no hallarlo, nos entrevistamos con un abogado de nuestra confianza, quien solicitó información telefónica a la Jefatura de Policía, respondiendo desde allí que lo tenían alojado en ese lugar.


Allá fuimos con mi esposo. El suboficial de guardia, luego de informarse, nos dijo que aguardáramos, que nos lo entregarían. Serían las 11 hs aproximadamente.


Al hacerlo, verificamos que Facundo tenía la boca sangrando del costado izquierdo, el pómulo hinchado, y estaba sordo del oído del mismo lado, diciéndonos él que había sido fuertemente golpeado en una oficina de la Jefatura.


Estos hechos evidencian que aplicaron un método preestablecido, que yo caracterizo como “ocultamiento de persona”, agravado por tratarse de un menor de edad, para, durante un lapso de tiempo, someterlo a graves tratos para “obtener” información policial e involucrarlo en “hechos” cometidos o no.


¿En qué situación vivimos si nuestros hijos pueden ser esperados a la salida de nuestros domicilios, perseguidos por vehículos motorizados, apresados, golpeados físicamente, torturados psicológicamente, amenazados de muerte, mientras nos distraeen en nuestra acciones en su búsqueda para de esa manera permitirse tenerlos un lapso de tiempo “ocultos”?.


Luego de que Facundo fuera revisado por el médico de la Policía y el médico forense, nos dirigimos a la Fiscalía, donde realizamos la denuncia por apremios ilegales ante su titular.


Hago totalmente responsable de lo ocurrido y de lo que pueda ocurrirle a mi hijo de ahora en más, al jefe de Policía Departamental Colón, al jefe de la Policía de la Provincia, al ministro de Gobierno y al señor gobernador de la Provincia de Entre Ríos.


 


Colón, 2 de abril de 2004


Paysandú 435, Colón, Entre Ríos


Tel.: 03447 423066 

Cel: 03442 15580449


[email protected]