“Deportivo frustración o el equipo de primera”

La crisis abierta por la caída de Ca- vallo, como consecuencia de la inhabili­dad del plan y de las crecientes luchas de las masas, le plantean a la burguesía la necesidad de un recambio para tratar de frenar la caída del gobierno y del régi­men.


Las dos variantes más probables a desarrollar por la burguesía serían pri­mero: “tirarla pelota para adelante” y tratar de llegar al 97. Segundo: si la crisis del gobierno no aguanta hasta las elecciones, la otra alternativa sería el gobierno de coalición, que tiene a todo el abanico político “precalentando al costado de la cancha para entrar”. Desde Alsogaray, pidiendo desespera­damente salir del ‘orside’ (la converti­bilidad), o la izquierda democratizante, con sus planteos movimientistas, ne­gándose sistemáticamente a formar el partido de los trabajadores, hasta la UCR, el Frepaso y el clero, que “les chupan las medias a su DT” (la bur­guesía industrial), para entrar a la can­cha.


Esperar hasta el 97 “con jugadores viejos y cansados, producto de la descomposición del gobierno y las crecientes luchas populares”, puede ser una eternidad.


La otra, la del recambio por la UCR, con hombres todavía no recuperados del “partido anterior como Alfonsín”, acompañados del “gordito dueño de la pelota”, que sólo juegan de relleno (Frepaso), son una nueva frustración para los trabajadores. Cualquiera de estos dos intentos va a ser muy costoso para la burguesía.


El equipo contrario, “nuestro equi­po”, ¡tiene posibilidades!, tenemos que poner muchos “números 10” en la can­cha, para que sigan bailando al equipo contrario como en Cutral Co, Córdoba, Neuquén, etc. Tenemos que armar una “defensa” implacable, con un Congreso do bases de las organizaciones de los trabajadores, los desocupados y la ju­ventud.


Nuestro DT no puede ser otro que el partido de los trabajadores, ese gran partido obrero que está a la orden del día construir, para mandar al ‘descenso’ a la burguesía.