“El Frente del Sur por la privatización de la Universidad”

Carta enviada a Página 12-Córdoba, no publicada por el diario


En el artículo titulado “Tiene varios dueños la libreta”, del día 20/11/93, se ve cómo cinco centros de estudiantes “demandan (por) repartir el negocio que hasta ahora tenía bajo control monopólico la FUC”, haciendo alusión a la concesión que tiene la Federación de revender las libretas universitarias cobrando un sobreprecio, cuya diferencia pasa a formar parte de los fondos de esta organización. Estos centros de estudiantes (dirigidos por el Frente del Sur y el MNR-Psp) “coincidieron en impulsar acciones tendientes a lograr que cada facultad (…) comercialice las libretas que entrega a sus alumnos”. Como se ve, la preocupación de estas agrupaciones se concentra en quién maneja el dinero (que no es poco, 70 mil pesos anuales), si lo hace la FUC (en manos de Franja Morada) exclusivamente o si lo hacen los centros, de donde saldrían beneficiados el Frente del Sur y el Movimiento Nacional Reformista. Se trata de una burda pelea por el botín, que está muy lejos de contemplar los intereses de los estudiantes.


En ningún momento se cuestiona la naturaleza o legitimidad del cobro de la libreta, ni tampoco su excesivo monto. A  ninguna de estas organizaciones les importó que el costo de vida estudiantil sea demasiado alto como para exigir, por lo menos, una libreta gratuita.


Otro problema es que si se abriera una licitación, participarían en ella cualquier tipo de empresas privadas, lo que no garantiza que sean los centros de estudiantes los que manejarían el “negocio”; por lo tanto, es mentira que las ganancias irían a las facultades, como intenta argumentar Alejandro Britos (presidente del centro de Ciencias de la Información y miembro de la JUI).


Por otro lado, John Boretto (presidente de la FUC y dirigente de Franja) fundamenta, en este mismo artículo, por qué la concesión debe permanecer en manos de la FUC, aludiendo que es parte fundamental de su financiamiento. Argumentos que son muy cuestionables y además dictatoriales.


La FUC como organización gremial estudiantil DEBE ser financiada por los mismos estudiantes, pero dicho aporte debe ser VO-LUN-TA-RIO. O sea, que en la medida que los estudiantes necesiten y les sirva una organización gremial aportarán a ella, y si no, no. Pero de ninguna manera el financiamiento de la FUC debe recaer coercitivamente sobre los estudiantes, como es ahora, ya que nadie puede dejar de pagar la libreta, que es un elemento indispensable en la vida universitaria. Demasiados gastos tienen los estudiantes, arancel mediante, como para bancar “aparatos” que no han decidido sostener.


En conclusión, lo que se desprende de la actitud de estas organizaciones (Franja Morada y centroizquierda, en todas sus versiones), es que están muy lejos de los estudiantes y muy cerca de sus intereses particulares y mezquinos (sus bolsillos). Tanto es así, que TODAS prefieren cobrarles a los estudiantes (aranceles, libretas, … etc.), y no buscar la forma de organizar al movimiento estudiantil para exigir un aumento del presupuesto educativo que contemple las necesidades básicas, como es una libreta.


Por eso, la UJS (adhiere al Partido Obrero) dice que el camino es una lucha de conjunto de docentes, no docentes y estudiantes por la triplicación del presupuesto educativo y echar el arancel y todas las medidas restrictivas de la Universidad.