-Exclusivo de internet

El lunes 10 de mayo ocurrió un accidente en la acería Siderca, que provocó la muerte de un compañero de 24 años llamado Rodrigo. Dos horas después, la planta paraba 24 horas, pese al intento patronal de reanudar la producción antes.

Rodrigo tenía cuatro años de antigüedad en la empresa, pero hacia un mes y medio que estaba en el sector de cucharas, muy poco tiempo como para reconocer los peligros que existen en este sector: con grúas que pasan cargando más de 100 toneladas sobre la cabeza del operario, equipos pesadísimos, el ruido ensordecedor de los hornos, la mugre, el calor. Por eso Rodrigo había solicitado no ser transferido a ese sector, no se sentía seguro para ocupar el puesto. No es el único caso. La patronal juega a la ruleta rusa con los obreros.

Rodrigo murió en el acto, ya que su cabeza fue arrastrada por una cuchara y aplastada contra una columna. El acceso para entrar al sector donde ocurrió el accidente estaba, además, tapado con barras, lo que imposibilitó la asistencia, además de violar las condiciones de seguridad elementales en la planta.

La burocracia le recordó a la patronal que le había advertido sobre el riesgo que se corría dada la escasa preparación de algunos compañeros nuevos para desarrollar ciertas tareas, pero nos quedamos en la advertencia.

En algunos compañeros se despertó la iniciativa para empezar a realizar pequeñas asambleas, en las que desarrollar ideas que nos lleven a no estar tan separados y unirnos detrás de intereses en común para todos los trabajadores.

(extractado para su publicación)