En las Paso de Capital Federal fui fiscal general del Partido Obrero en el Frente de Izquierda. También fue mi primera actividad como militante en el PO.

 

 

Algunos aspectos del acto electoral que me hicieron reflexionar:

 

 

1) algunos presidentes de mesa mutan en breves monarcas que ejercen un poder sutil, pero firme sobre sus pares;

 

 

2) libertad relativa la de un acto que convoca rifles (los FAL de los gendarmes) como garantía. Si las elecciones fueran libres, las armas no tendrían sentido. Pregunta: ¿Lo mismo rige para las tampoco libres sociedades capitalistas, hecho comprobado por la actual existencia de un monopolio estatal de la violencia?;

 

 

3) el cierre de los comicios es el momento crucial. La misión consiste en llenar las planillas con los resultados, conseguir en ellas la firma de los presidentes de mesa, de los suplentes y de algunos fiscales. Con eso, ante un ulterior fraude o error electoral, se puede actuar legalmente. Se controla que las autoridades no impugnen votos ilegítimamente. Larreta le gana a Michetti. El Frente de Izquierda supera las proscriptivas Paso, Massa en Capital no existe;

 

 

4) me pregunto sobre la importancia o pertinencia de la lucha electoral para un partido revolucionario en este contexto nacional e internacional; es decir, sobre el valor que puede tener sumar escaños en la política parlamentaria burguesa. Pero acaso el hecho auténticamente revolucionario sea el desafío, el construir poder, gobernar, incidir en la política real, mientras se ejerce la crítica sobre uno mismo y sobre el mundo.