Grave derrota de Chávez

correo de lectores

Hola Jorge:

En mi opinión, los resultados de la elección del domingo son un pase de factura del pueblo de Caracas y otras regiones altamente urbanizadas contra los funcionarios chavistas, contra su ineficiencia e incompetencia. Por otro lado, a la clase media de las principales ciudades de Venezuela (Caracas, Maracaibo, Valencia, donde ganó la oposición) no le ha convencido el discurso del socialismo de Chávez, pues aunque algunos hayan votado por él en el pasado, en el fondo son una clase profundamente conservadora y consumista.

En Caracas, el chavismo perdió en Petare (Municipio Sucre), una zona tradicionalmente chavista, donde los niveles de criminalidad han subido de manera notoria en los últimos años, y donde el último alcalde, José Vicente Rangel hijo, tenía altos índices de rechazo. En ocho años no fue capaz de mejorar el transporte público, ni la recolección de basura, ni ordenar la economía informal en Petare.

Por otro lado, a Chávez se le pasó la mano en su agresividad verbal, atacando no sólo a la oposición, sino a los otrora aliados del PPT y Partido Comunista, a quienes les acusó de traidores. Esto último debilitó al gobierno, pues Chávez perdió credibilidad al atacar a quienes antes defendía.

El jueves pasado llovió mucho en Caracas y varios cerros se cayeron, casas fueron tapiadas y algunas vías se inundaron y el agua se llevó los autos. Mucha gente prendió la TV para informarse de lo que estaba ocurriendo; en esos momentos Chávez estaba en una de sus cadenas, anunciando unos nuevos proyectos con el Presidente de Vietnam. Alguien le avisó lo que ocurría, y Chávez se limitó a decir que pedía a la gente que tuviese calma. Cuando finalmente terminó la cadena, la oposición aprovechó para denunciarlo por irresponsable; la gente recordó el deslave de Vargas del 99, cuando coincidió con el referéndun para aprobar la nueva Constitución.

El gobierno ha sufrido un grave revés: aparte de perder Caracas, con todo su valor simbólico y generador de valores, el hecho de que los estados Zulia y Táchira, fronterizos, con Colombia, uno de ellos rico en petróleo  y el otro un Estado agrícola y ganadero, estén en manos opositoras facilitaría cualquier plan de Colombia para servir de puente para desestabilizar la región y los planes secesionistas del imperio.