Sr. Director:

Al acceder al artículo de tapa de Prensa Obrera del 29/5, confieso que me causó extrañeza el párrafo que afirma que la remoción de los generales que participaron de la dictadura “apunta a ganar un margen de maniobra para adaptar la política militar a la exigencia de “la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico”. Reconozco que antes no me había tomado en serio lo que había dicho Kirchner en el día del Ejército, sobre luchar “contra el terrorismo internacional”. Pero el día domingo 1°, leí que Joaquín Morales Solá confirmaba, en detalle, la denuncia de la tapa de PO.

Morales Solá dice que “en pocos días (Kirchner) logró cambiar raudamente la dirección ciertamente mala que venía en la relación con Washington”, a partir de que “Bielsa estudia, con dedicación de jurista, un pedido de envío de tropas de la gendarmería a Irak (que tiene, sobre todo, problemas de seguridad interna), bajo el paraguas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”. “Kirchner ÿconcluye Soláÿ ha hecho suya una política agresiva contra el terrorismo internacional. Es el mensaje argentino que Bush esperaba desde la Casa Blanca”.

Aunque no comulgo con las doctrinas marxistas, debo de reconocer que han anticipado esta comunión entre la administración republicana y el nuevo gobierno argentino, al menos en torno del eje militar.

Atentamente.