Correo de lectores
13/1/2005|884
La Calandria (1987)
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¡Con qué tristeza pienso en esos barcos
en que llegó mi sangre
cuando había en mi tierra una esperanza!
¡Qué pena da el recuerdo de esos gringos
los que vinieron desde lejos…!
Pero había en mi tierra una esperanza.
Y hoy vivo en el extremo sur del continente
donde el hambre da órdenes
y la mirada encuentra la facilidad de la rapiña.
Donde corre la sangre
y se mezcla con el agua del océano
y llega al otro lado
Para otros.
Y siempre,
o casi siempre
Viví el tiempo de la Infamia.
Cuando se levantaba la cabeza para tratar de ver el cielo y la espantaba el golpe
del taco de la bota.
-Crimen organizado.
Crimen perfectamente organizado.
Maldad condecorada
y un saludar de todos los días a la Infamia con salvas de veintiún cañonazos.
Que casi siempre viví el tiempo de la Infamia.
El tiempo en que no falló ni un ápice del plan inmejorable de la Infamia.
-Nación harapos.
Nación andrajos.
Nación calandria caída en manos de la rapiña y la carroña-.
Recuerdo esa calandria…
Recuerdo que de golpe la rodearon las ráfagas.
Y hoy quiere volar.
Quiere levantar vuelo aunque le pesa el plomo
Y su canto es distinto
pues le ha quedado herida la garganta…