Los alumnos de segundo año de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) hemos iniciado una medida de fuerza, que consiste en no ingresar a clases, para reclamar a las autoridades de la institución una Escuela con planes de estudio coherentes que capaciten profesionalmente, donde se escuche a los docentes y alumnos y se busque lo mejor para el cine nacional.

 

La respuesta de la Dirección, a cargo de la Sra. Silvia Barales, fue primero la inacción y, luego, la presión para acallar los reclamos y mantenerlos “puertas adentro”, cerrando, a la vez, todo canal de diálogo. Respuestas dignas de la dirección de una escuela manejada en forma unipersonal y autoritaria, donde se censuran trabajos de los alumnos y se atenta contra la libertad de expresión; donde los planes de estudio son delineados por una sola persona sin el aval de un consejo académico; donde la carga horaria exige que los alumnos no trabajen, lo que tiende a convertir una escuela de arte estatal, que es financiada con el aporte impositivo de cada uno de los argentinos, en una escuela elitista; donde se manejan tramas políticas que nada tienen que ver con mejorar el funcionamiento de la institución.

 

Exigimos a las autoridades del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (Incaa), del cual depende directamente la escuela, que intervengan. Que abran el diálogo que propusimos y nos negaron.

 

Sólo mediante el consenso lograremos tener una escuela de cine estatal en la que valga la pena estudiar, garantizar que no se malgaste el dinero de los contribuyentes y que tengamos un mejor cine nacional.

 

Para ampliar esta información comunicarse con los delegados:

 

Fabián (4304-0004); Gastón, (15-4440-2666); Sihuen, (4782-5944)