La Plaza y los cobardes

Al prontuario del Mst desarrollado en PO nº 474, sobre su cobardía física y política durante los sucesos de La Tablada, el autor de la nota omitió lo que habría que definir como el “veredicto popular” en referencia a las posiciones del morenismo.  El 23 de marzo de 1989, siete mil gargantas convocadas por las Madres de Plaza de Mayo, en repudio al golpe militar del ’76 y contra la militarización del Estado que impulsaban Alfonsín, Menem y el alto mando militar, cantaron a coro “La Plaza es de las Madres, y no de los cobardes”, como contundente respuesta al miserable boicot que Izquierda Unida y el Mas, en primer lugar, desarrollaron contra la única movilización callejera convocada en defensa de las libertades democráticas, atacadas por los decretos y leyes represivas del Estado, y en el marco de un brutal terrorismo político e ideológico de la burguesía contra las masas, en los meses siguientes del ataque al cuartel.


“La Plaza es de las Madres y no de los cobardes”.  Así denunciaron los participantes a quienes se habían pasado al otro lado del mostrador (el 24 de enero, un día después de La Tablada, Zamora se hizo presente en el Ministerio del Interior para llevar su solidaridad con las instituciones del Estado, carapintadas incluidos).


Con absoluta razón dijimos que la movilización del 23 de marzo del 89, o mejor dicho, su ausencia en la misma, representaba las “Felices Pascuas” de Zamora e Izquierda Unida.