“La rebelión del pueblo”

Abelardo Mansilla (La Matanza)

Compañeros de Prensa Obrera:

 

En un reciente viaje a Bariloche, donde tengo entrañables amigos, se inspiraron estos versos que han terminado en canción. Allí tuve la oportunidad de vivir muy de cerca la situación desesperante de los hermanos de los barrios “Cóndor” y “34 Hectáreas”, también de palpar la emoción de todos ante el levantamiento de los pobladores de “El Frutillar” en defensa de la escuela pública. Estos hechos y mi querida amiga Esperanza motivaron las estrofas, que tomaron forma definitiva al calor de los episodios de Cutral Co.

 

A propuesta de los compañeros reunidos en Barrio La Loma, donde estrené la canción, les hago llegar estas líneas. Sólo lamento no poder mandarles la música.

 

Me alegra mucho la existencia de este espacio para poesías que han abierto los lectores. Espero que éstas ayuden a mantenerlo vivo.

 

Fraternalmente.

 

 

 

Me siento un arrayán no solitario,

 

de canela y de nieve pinta mis brazos.

 

El sol que, por momentos, se queda helado

 

ante el tierno roce de tus brazos.

 

Por la noche incienso de madera,

 

y la luna pintando todo un lago.

 

Tu mano y un suspiro duerme en mi mano

 

y esa brisa lavando todo el llanto.

 

 

 

Quiero volar al Cóndor,

 

buscar a mi Esperanza.

 

Sueños para hilvanar.

 

34 Hectáreas es demasiado,

 

la injusticia golpeando a mis hermanos.

 

En el invierno frío, cuchillo en mano.

 

Y en el cerro, un “señor”, goza esquiando.

 

El Frutillar pariendo nuevos anhelos.

 

Los paisas ya no creen en dioses nuevos.

 

Los poderosos no podrán, carajo!

 

Amancay y Copihue, un solo lazo.

 

Mi Norte se fue al Sur,

 

mi esperanza está fuerte,

 

la historia cambiará.

 

 

 

Postales de la vida, herida abierta

 

la sangre se detiene y el dolor cesa.

 

Son llave de mis ojos, fuego de mi alma,

 

sentido de los versos que mi voz canta.

 

Fogoneros ardiendo, el hambre piqueteada.

 

Pa’ defender la vida levantan barricada.

 

Estampida de sueños que no detendrá el alba.

 

El pasado es urgente, pero viene mañana.

 

La tierra es la poesía, la melodía es el viento.

 

Y el motor de la historia, la rebelión del pueblo.