Lanata no es un trabajador

La nota "Lanata, defendemos la libertad de expresión" expresa una posición incorrecta por dos razones. En primer lugar, porque defiende el derecho de Lanata "a trabajar". Lanata no fue a Venezuela a trabajar sencillamente, porque él no es un trabajador, sino un patrón. Los trabajadores de Crítica de la Argentina o de Data54 -esquilmados por él- podrían dar fe de esto último. Entonces, defender el derecho de Lanata a trabajar es tan absurdo como defender el derecho a trabajar de Sergio Spolski o Cristóbal López o del gerente general de alguna multinacional.


En segundo lugar, porque es falso que el periodista haya ido a Venezuela a "cubrir las elecciones" como cualquier hijo de vecino. En realidad, Lanata fue a Venezuela a participar, desde un lugar de pretendida objetividad, de la campaña política a favor del candidato del imperialismo.


En otras palabras, el periodista actuó aquí como un operador político de la derecha pro yanqui. El artículo encubre esto bajo la poco feliz idea de que "la labor periodística de Lanata en Venezuela no va a ser recordada como su mejor producción profesional" -la pregunta relevante aquí es quién la va a recordar o no y por qué-.


¿Significa esto que debemos apoyar o eventualmente ignorar los abusos cometidos por las fuerzas armadas venezolanas contra el periodista?


Claro que no. Ningún revolucionario puede mantener una postura pasiva o neutral frente a un atropello a las libertades democráticas cometido por el Estado burgués, como la nota acertadamente señala.


Lo que no debemos hacer es contribuir a fomentar la apariencia de que Lanata es "un trabajador" perseguido por el chavismo por hacer "periodismo independiente". Nada de esto es cierto; y decirlo nos coloca en la vereda de quienes atacan al chavismo por derecha. La salida, ya lo sabemos, es por izquierda.