Literatura obrera en Arcor: Bocanada

El espectador anónimo del nuevo mundo ( especial para Prensa Obrera de un obrero de Arcor Colonia Caroya)

Parece que el faraón ha cedido el “honor” de bajar un poco la guardia y ha conmovido a la masa oprimida dando lugar a una negociación en la que sí esta dispuesto (al parecer) a torcer su mano para compartir las riquezas del imperio.

Es un respiro para las más de 1.500 familias implicadas en esta guerra, como salir del agua a tomar una bocanada de aire. Ya nadie quiere seguir con la cabeza y hasta con el cuerpo sumergidos en la corriente…

Por fin, el sindicato dio señales de vida… una lona de camión mugrienta sostenida por tres tachos de 200 litros con los cuales los “aborígenes” hacemos nuestras melodías de comunicación.

Parece que el esfuerzo de no trabajar por 18 días, sin cobrar nada, no significa demasiado para los dirigentes gremiales. Ni mencionar que los obreros de Base Caroya / Córdoba / Totoral fueron a una reunión imprevista con la base de Arroyito… llevándose la sorpresa (no tan impactante) de que las personas de allí ni siquiera estaban del todo enteradas sobre cómo habían llegado a un acuerdo. Y es que otra vez el veneno de la mordida sindical y sus sueños de ser participes de la burguesía nacional obligaron a un puñado de delegados a firmar un acuerdo que no satisfacía el ideal mismo que significa esta lucha…

Aún queda ver cómo, en los próximos tiempos, las internas políticas de cada fábrica se cobrarán los puntos de sutura que han dejado en la credibilidad de sus pares compañeros… y el punto es ser como el elefante, que no olvida por dónde pasó y hacia dónde va, con el paso firme ¡aun cuando hayan pasado 50 años!