Más de lo mismo

En Argentina se hace cada día más visible el gatillo fácil de mano de policías y gendarmes. Un claro ejemplo es la brutal represión que sufrieron en Merlo los compañeros colectiveros de la empresa Libertador San Martín y los compañeros del Polo Obrero. Los balearon, los golpearon y arrestaron sólo por defender su fuente de trabajo.


Otro ejemplo es el de Retiro; la policía intentó desalojar a los vendedores ambulantes de su único lugar de trabajo (la calle). Luego de forcejeos y una vergonzante cacería humana, se los llevó detenidos.


Estos y muchos otros casos demuestran que nuestro país está “militarizado” con la orden de mano dura hacia el pueblo y al obrero que lucha, excusando la presencia de numerosos policías y gendarmes en la calle, estaciones de tren, etc., con el reclamo nacional de seguridad. Pero la realidad es otra, estos represores no están para proteger a nadie más que al gobierno de turno y a los intereses capitalistas, frenando la organización y la lucha de la clase obrera.


Por eso es necesario un cambio en la conciencia colectiva, que toda la población se dé cuenta de que tenemos que echar a todos e imponer un gobierno de trabajadores, un gobierno socialista.