Menem y la IV Internacional

En un reportaje del 24/4 a Cadena 3 de Córdoba, el “difunto” Carlos Menem dio una poco original opinión. Dijo que la consigna de “que se vayan todos” es obra de “infiltrados” pertenecientes a “una IV Internacional” que actúa “en marchas y asambleas”, y que son responsables “incluso de lo que está pasando en Francia”. Menem revela de este modo el pensamiento íntimo de la clase que ha fracasado en conducir los destinos de la nación: la de los banqueros y capitalistas.


La fuerza de la consigna señalada no se debe a infiltración alguna sino que está en relación inversa a la capacidad del régimen capitalista de dar una salida en favor de todo el pueblo. ¿Pero qué otra cosa puede decir la burguesía si es ella quien está acostumbrada a meter “infiltrados” y provocadores, a manejarse con el punteraje y la conspiración? No quiere aceptar que el hambre y la miseria por ella creados son los únicos causantes del movimiento que está socavando su poder. Y como “que se vayan todos” incluye también al propio Menem y demás pedazos del cadáver burgúes, no les queda otra que poner algún burdo justificativo a las salidas represivas.


Por otra parte, que tanto los sectores más reaccionarios como los que ocupan plateas en los consejos consultivos pongan en primer plano el ataque a los trotskistas y a la IV Internacional, no quiere decir que estemos ante una clase decidida y segura de sí misma. Al contrario, todas sus tretas no expresan más que miedo e impotencia.


La Internacional Obrera vive y actúa en cada lucha de los explotados, y es por eso que “mete miedo”, tiene también la responsabilidad de actuar como batallón mundial de los trabajadores organizados para acabar de una vez con este régimen y sus voceros.


Que se vayan todos. ¡Arriba los pobres del mundo¡