Correo de lectores
23/9/2004|869
Ni independencia de criterio, ni calidad humana
Seguir
Señores de Prensa Obrera:
Si la gente cree que en materia de arte es como con los gustos, "no hay nada escrito”, no comparto pero tampoco vale la pena discutirlo, hay cosas más importantes y el mundo igual va como va. Pero hay uno de vuestros "amigos” o militantes que creo que la pifia.
El “rescate” artístico de González Tuñón, pese a su poema elogioso del asesinato de Trotsky, es algo surrealista. Política y arte son esferas distintas y, en el consumo de masas, a veces hasta competitivas: quienes dedican su vida a militar no suelen ser consumidores sistemáticos de arte, y lo mismo en la recíproca. El Sr. González Tuñón estará bien valorizado en revistas de arte, o políticas de izquierda; pero no parece sólido que se dedique a hacerlo un periódico trotskista.
El asesinato de Trotsky es bastante repulsivo sin necesidad de mirarlo des de una óptica exclusivamente "trots kista": un valiente líder de una gran re volución, perseguido y desterrado por todo el mundo, a quien ya habían matado un hijo, íntegro en un momento de nazismo en alza, asesinado por “servicios" enviados por un Stalin que acababa de pactar con Hitler entregándole Polonia, y que años antes torturaba y ejecutaba, codo a codo junto a la policía española que luego adhirió al franquismo, a obreros y luchadores de base… Tuñón tuvo gran calidad poética, pero te faltaron independencia de criterio y de calidad humana. Desde un punto de vista sólo artístico, ese atentado iguala y quizá supera tragedias como “Hamlet o "Rey Lear”; la melancolía de Tuñón es querible pero no se sostiene junto al sonido y la furia sha- kespearianas, más apropiados para tratar semejante muerte de un legendario general bolchevique. Sí los cristianos, que posan de piadosos, siguen sin perdonar a tos judíos la supuesta crucifixión de su supuesto mesías, no se ve por qué en un periódico de lucha política trotskista se "rescate" a un buen poeta que se burló del asesinato, tan trágico como rastrero, de su lider. No hay que ser cristiano; y en todo caso, no tanto.
Afectuosamente,