Muchas veces la realidad golpea de forma muy dura a las familias obreras.

La lucha y organización de los trabajadores y trabajadoras supera la política patronal, pero en ocasiones recibe un cruel cachetazo que nos paraliza por un momento.

Es el caso de Norma, una compañera ganada al calor de la movilización portuaria a mediados de los ’90.

Desde entonces su actividad fue incansable. A pesar de las dificultades estuvo presente en cada movilización a la que fue convocada, formando parte de la oleada que culminó con la recuperación del gremio portuario.

Uno de los hechos políticos que terminara con el gobierno de Aprile, la “Plaza del Aguante”, contó con su presencia cotidiana.

El día martes una noticia desgraciada nos conmovió hondamente. Su hijo, de 18 años, inexplicablemente, había terminado con su vida.

Norma: aún sabiendo que te sobra fortaleza para salir de ésta, tus compañeros te hacemos llegar nuestras condolencias frente a la amarga situación.