Para desterrar el autoritarismo de los rectores

Releyendo mi artículo “Extraordinaria toma del Nacional Buenos Aires”, que apareció en la prensa anterior, creo que hay un problema fundamental que allí no aparece y que es motivo de debate entre el activismo del colegio: la defensa del reglamento que salió de las jornadas del año pasado. Pienso que es importante reparar en esta omisión, porque delata una falla en nuestra intervención en este punto. La UJS no supo defender la incorporación del punto del reglamento en el programa de la toma. Sólo un compañero intervino en la asamblea de 1.300 compañeros con este planteo, que resultó débil y confuso por una falta de preparación nuestra. Cuando se sometió a votación, sólo votó un sector minoritario de la asamblea, y para peor el resultado nos fue desfavorable.


Estamos ante una lucha que bajo ningún pretexto podemos dejar de lado. Desterrar el autoritarismo y la discrecionalidad de los rectores excede el marco del Buenos Aires y se proyecta como una cuestión fundamental para todo el movimiento estudiantil. Es la lucha contra la regimentación a los estudiantes y por nuestra libertad de organización y pensamiento, defender un reglamento elaborado y debatido y aprobado por mil estudiantes, que plantea desterrar las penas y castigos, acabar con los reglamentos tipo código penal, para instaurar consejos electos, integrados por docentes y alumnos, que sirvan a la lucha en defensa de la educación pública, laica y gratuita, es central si queremos construir una juventud revolucionaria. En este sentido, llevamos una propuesta de declaración al Frente de Lucha, marcando el antagonismo entre las propuestas del rector y la nuestra, y señalando la importancia de la lucha que estamos llevando adelante.


Otra cosa que la nota refleja, fue la superación de la toma anterior en el 95, en profundidad, combatividad y organización. Fue una toma contra la ‘reforma’ de Menem, Shuberoff y el Banco Mundial, contra la represión, en apoyo a las luchas populares. Esto no surgió de la nada. Son tres años de experiencia con un Frente de Lucha en la dirección del CENBA, y un marco más general de puebladas, huelgas y todo tipo de expresiones reivindicativas.