Piquetero

A Aníbal Verón, caído el 10/11/00 en defensa de su dignidad y la de su pueblo


En el borde de la ruta quebrantada,

que asemeja al duro abismo.


En el portal de la triste mirada.


Me duele la Argentina desgarrada.


Me duele la miseria incontenida.


Me duele el llanto que no cesa.


Me duelen la quietud y el hambre aviesa.


Me duelen las flores del entierro,

y la prepotencia del destino impuesto.


Me duele el alma en los pies desiertos.


Me duele la piel de los niños tiesos.


Y por ello ruedo los caminos,

cargando piedras de dignidad rebelde.


Y aunque me acueste la sangre de la

noche genocida,

no cederá mi sonrisa y volveré al instante,

munido de prestancia combativa.


Volveré desde el corte de los sueños.


Volveré desde el amor y desde el fuego.


A cortar las rutas de la muerte.


A curtir los pañuelos blandos.


A poblar de ilusiones los

senderos redimidos.


Volveré de vida en vida,

a parir nuevos caminos, aguerridos.