Por la despenalización del consumo de drogas

En las décadas de los 70 y 80, la juventud tuvo un terrible enemigo en la represión, los secuestros y las muertes, como consecuencia de la dictadura. Hoy la juventud tiene otro cruel enemigo en el consumo de drogas.


EE.UU., a través de su poder político y económico, ha incentivado la penaliza- ción al consumo en los países de América Latina. Argentina no escapa a esta rea­lidad. En Argentina, como en otras par­tes del mundo, se penaliza el consumo, provocando así que el precio de venta se mantenga alto y regulado de acuerdo al mercado (de lo contrario, nadie se arriesgaría al narcotráfico).


Desde que se reprime el consumo de drogas, el consumo no ha dejado de subir un solo día. Son evidentes los fracasos de las “campañas antidroga” impulsa­das por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, como la recordada “Sol sin drogas” con Diego Maradona a la cabeza (el cual no se encuentra en trata­miento e incluso está vinculado al caso Cóppola).


Otra de las “iniciativas” del gobier­no para la supuesta “prevención” son la “ley seca” y la “veda horaria”, las cuales lo único que intentan es cortar el árbol por las ramas y no por el tronco, para mayor beneficio del capital. La clase capitalista está metida en el “ne­gocio” de arriba a abajo.


Los jóvenes adictos son tratados como si tuvieran una deficiencia moral, como delincuentes y por ende margina­dos.


Por este motivo necesitamos:


Que se discuta y profundice en el problema de la adicción como una en­fermedad de la que se puede recupe­rar, que hay una vida mejor sin drogas y que se puede vivir sin ellas.


Una campaña de ayuda para los droga-dependientes y no contra ellos.


Y la despenalización del consumo de drogas.


10/11/96