¿Posse en Buenos Aires, Duhalde en San Isidro?

El programa y los métodos que utiliza el intendente Posse en el distrito no difieren de los de Duhalde, y pronostican que, en caso de acceder a la gobernación, su perfil no será distinto a otros radicales ‘ajustadores’ (Mestre, Massaccesi, etc.). Veamos:


1• Impuesto de Alumbrado, barrido y limpieza.


Acaba de ser aumentado en un 6% para pagar la indemnización que la justicia le otorgó a la empresa Promenade SRL. El monto del pleito es de 30 millones de pesos a pagar a partir de mayo, pero el aumento de la tasa es desde enero. Durante 10 años, los vecinos deberemos pagar $400.000 mensuales en concepto de lucro cesante a la empresa que, sin colocar un ladrillo y con la complicidad del anterior concejo deliberante del 74 (peronista) y la prisa del actual (radical), le endosan al vecino sus ‘excepciones’.


2• Basura y cloacas.


A pesar de que dice haber cumplido las exigencias del pliego licitatorio, Manliba no sortea la claúsula de oferta “más conveniente”. Cualquier licitación está librada a la discreción del Ejecutivo y/o del Concejo Deliberante. La empresa Ayres, que componen Benito Roggio y Ormas, será beneficiaria de la continuación del servicio. Ormas tendría aceitadas vinculaciones con  Angeloz, actualmente enjuiciado por enriquecimiento ilícito.


El proceso de construcción de desagües cloacales fue otorgado a Aguas Argentinas, con un costo de más de $ 500 por frentista; la empresa se ha asegurado, según pliego, el aumento compulsivo a partir de junio de todos los frentistas, utilicen o no la red.


Al pie de la última boleta municipal, Posse confiesa que desde el poder municipal no es posible evitar la concentración de la riqueza y la destrucción del pequeño comercio, pero sí de los problemas de contaminación y tránsito, cuando la primera causa de muerte hasta los 35 años son precisamente los accidentes de tránsito en el distrito, y basta ver la Costa para observar la privatización y contaminación de la zona; todo lo cual permite verificar que Posse no hace ni lo que dice defender.


La Comuna tampoco escapa a los problemas generales: desocupación (12%), trabajo en negro (36%) y profundización de la brecha entre ricos y pobres. En San Isidro, también, es necesario y posible que los obreros y la izquierda formen un frente, cuyo tamiz inicial serán las internas y el debate de la problemática y propuestas para superar la situación de la Comuna.


La apertura de los libros municipales, la investigación del destino de los impuestos, la anulación de tasas que no corresponden a obras que beneficien a los trabajadores, un plan de obras municipales para absorber la desocupación, pueden ser buenos puntos de partida para quienes ya en el distrito hemos estado en primera línea en la solución de los problemas de inundaciones en Villa Adelina, Boulogne y Martínez, contra anteriores aumentos de impuestos (desde el 91 han subido un 150%), por la conservación de espacios verdes, la no privatización de la costa, contra el peaje en la Panamericana, por la anulación de la cooperativa trucha municipal vecinal para las cloacas y en defensa de la educación pública, entre otras.